19 octubre, 2022
Julio Rojas, el guionista chileno detrás del podcast «Caso 63» que el martes estrenó por Spotify su última temporada y cuya historia de un viajero en el tiempo que intenta detener el fin del mundo se convirtió en un suceso internacional traducido a distintos idiomas, celebró que el formato de audio serie «rompió el prejuicio de que en Latinoamérica no se podía hacer ciencia ficción».
«Los guionistas latinoamericanos a quienes nos gustaba la ciencia ficción sentíamos que era imposible competir con Cristopher Nolan o James Cameron, pero con ‘Caso 63’ quedó demostrado que no existen restricciones de producción en este formato», dijo a Télam Julio Rojas, guionista de los filmes de Matías Bize «En la cama», «La vida de los peces» y «La memoria del agua».
«Lo que sucedió con ‘Caso 63’ -agregó- me hizo reflexionar sobre algo bastante obvio: la ciencia ficción no pertenece a ninguna región del planeta y este formato le abre la puerta a las nuevas generaciones de guionistas aficionados de Latinoamérica».
«Hasta el 2020 el fin del mundo era un tema de la ciencia ficción, lejano del tiempo presente, pero empecé a escribir ‘Caso 63’ porque tenía la sensación de estar participando de un evento global de extinción potencial»Julio Rojas
Creada en pleno confinamiento de 2020, esta ficción protagonizada por Antonia Zegers («La jauría», «Los perros», «La memoria del agua») y Néstor Cantillana («La jauría», «Prófugos», «42 días en la oscuridad») comienza en el año 2022 cuando la psiquiatra Elisa Aldunate empieza a grabar las sesiones del enigmático paciente Pedro Roiter, registrado como Caso 63, quien asegura ser un viajero en el tiempo.
Pero lo que aparentan ser rutinarias sesiones terapéuticas, se transforman en un relato que merodea entre la ciencia ficción y una distopía cada vez más verosímil cruzada por la pandemia de coronavirus.
Rojas explica que ese fue el disparador de su primer podcast: «Hasta el 2020 el fin del mundo era un tema de la ciencia ficción, lejano del tiempo presente, pero empecé a escribir ‘Caso 63’ porque tenía la sensación de estar participando de un evento global de extinción potencial».
«Yo creo -agregó- que de ahí en adelante, esta sensación no nos ha abandonado: ya nos dimos cuenta de que somos vulnerables al fin del mundo y es la gran discusión de ahora«.
La audio serie, cuya primera temporada tuvo que ser grabada de manera remota, fue estrenada en Spotify en noviembre de 2020 y se convirtió en un suceso global: según datos proporcionados por la plataforma, llegó al puesto número 1 en los rankings internacionales y se mantuvo allí durante casi un mes en México y Argentina. También fue número 1 en las listas de tendencias de Chile, Colombia y Estados Unidos.
En India, la adaptación «Virus 2062» alcanzó el puesto número 1 en la lista de tendencias locales; lo mismo sucedió en Brasil con «Paciente 63» y ya se anunció que habrá una versión inglesa protagonizada por la actriz ganadora del Premio de la Academia y del Emmy, Julianne Moore, y el actor ganador del Globo de Oro, Oscar Issac.
Luego de una segunda temporada estrenada en 2021, martes se presentaron los 10 últimos episodios que darán fin a la historia (o la misión) de Elisa Aldunate y Pedro Roiter.
– ¿Fue difícil pensar un final para una serie de ciencia ficción que coquetea tanto con la realidad?
– Yo soy un tecno pesimista y pensé: «Lo único que puede sabotear esto es que la humanidad sea cada vez mejor», que después de la pandemia hubiéramos aprendido las lecciones y todo hubiera cambiado, pero no fue así. Por eso, ahora la ciencia ficción tiene que ver con tensionar los problemas del tiempo presente, es una excusa para poder reflexionar sobre lo que nos está pasando y lo terrible es que la sensación de vivir en una distopía en tiempo presente es real en todos nosotros.
– ¿Te sorprendió el fenómeno que ocurrió con «Caso 63»?
– No lo esperaba, todavía no lo dimensiono bien, mucha gente me escribe correos sobre teorías o me manda mapas. Yo creo que el fenómeno pasó porque, cuando lo escribí en pandemia, todos estábamos viviendo eso pero estoy sorprendido de la masividad. Yo creo que se debe a que hay una historia de amor y la incertidumbre por el futuro nos cruza a todos y vivimos en tiempos extraños.
– ¿Qué encontraste en el formato de la audio serie en un contexto de auge y crecimiento de los contenidos audiovisuales?
– Cuando uno participa de un evento que quiere recordar, cierra los ojos. Cuando uno está en un momento perfecto, cierra los ojos. Eso me hizo reflexionar que la visualidad de la audio serie se las das tú en tu cabeza, y es una herramienta ancestral que está un poco oxidada y genera una sensación inmersiva donde la posibilidad de retener esa visualidad sigue en ti para siempre y compite con la que te puede ofrecer una serie. En este formato está todo por explorar.
El actor chileno Néstor Cantillana, protagonista junto a Antonia Zegers del popular podcast de Spotify «Caso 63», adjudicó el éxito del formato a «un guión fascinante y aterrador por su sincronía con la realidad».
«Cuando nos acercaron esta propuesta nunca habíamos leído algo en este formato, que además no era sólo ciencia ficción sino algo que de alguna manera también estaba pasando», contó a Télam Cantillana quien, como su compañera, tiene una larga tradición en cine, televisión y series.
Al respecto, Zegers recordó que la primera temporada en la que se hablaba del fin del mundo arrasado por las pandemias en el año 2061, fue grabada en un contexto muy particular: «Encerrados, en cuarentena, grabando a las 12 de la noche porque la ciudad estaba en silencio, pero a la vez había pumas corriendo por las calles vacías de Santiago. En ese mundo sin futuro estábamos haciendo la resiliencia del arte».
«Caso 63» marcó el debut de ambos actores como intérpretes de un audio serie. Zegers, de hecho, reconoció que «nunca había escuchado un podcast ni se hacían muchos en español de ficción, pero fue como volver al radioteatro, que había quedado obsoleto con la llegada de la imagen».
«Ahora -agrego- es una vuelta atrás a valorar el espacio de la imaginación».
Consultados sobre los desafíos de encarnar personajes solo con la voz, ambos coincidieron en que no cambia tanto el modo de involucrarse con los personajes: «En términos de guión -explicó Cantillana- hay que dar pistas, sobre un tatuaje o cómo lleva el pelo, para que la gente pueda poco a poco ver eso que está escuchando; pero en términos de interpretación, aún sentados en nuestros escritorios a las 12 de la noche, estábamos totalmente involucrados en la historia para hacerle justicia».
«Por eso creo que quedó con ese nivel de verdad: estaba todo mi cuerpo en juego, todas mis emociones involucradas entonces, si en ese instante me hubieran dicho ‘ahora lo filmamos’, yo ya estaba lista: estaba todo ocurriendo», concluyó Zegers.
*Télam