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7 diciembre, 2021

Canje ambiental: El FMI avalaría la propuesta de compensación de deuda por acción climática

Así confirmaron referentes ambientales que se reunieron con Kristalina Georgieva previo a la COP26. Sería a partir de un bono posterior al acuerdo que está negociando el gobierno.

Días antes de que el presidente Alberto Fernández planteara el canje de la deuda con el FMI por acción ambiental en la COP26, el propio organismo internacional que conduce Kristalina Georgieva reconoció el aval a esta iniciativa en un encuentro privado con referentes ambientales.

“Estuvimos discutiendo el tema, y tuvimos una reunión de varios referentes ambientales con Georgieva. Se le preguntó acerca de este tipo de canje y su respuesta fue que ésta era una propuesta del Fondo Monetario”, indicó a este medio Andrés Nápoli, director de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales.

La información fue confirmada a EOL por otros participantes de la contienda, quienes manifestaron la influencia del Papa Francisco en el tema. Su Santidad tiene muy buen diálogo con la directora gerente del Fondo y desde hace varios meses tiene trabajando a un equipo específicamente en estas negociaciones.

Las conversaciones se dieron en el marco del Foro de Políticas de la Sociedad Civil en dónde 12 asociaciones de todo el mundo plantearon preguntas alrededor de tres ejes: resiliencia y cambio climático, estrategias para la digitalización y equidad.

Allí se pusieron en la mesa dos propuestas que apuntan hacia el cambio de deuda por acciones de resiliencia y acción climática. La primera prevé la creación del Fondo de Resiliencia y Sustentabilidad (SRT por sus siglas en inglés). Según Georgieva, el objetivo es “crear un espacio fiscal para países que necesiten fondos que impulsen la transición hacia economías sustentables con periodos de gracia de diez años”. Es decir, que este préstamo podría comenzarse a pagar una década después de la solicitud.

Estos SRT provienen del fondo de los Derechos Especiales de Giro, de los que se destinaron $650.000 millones de dólares para apoyar a los países más pobres a alinearse en materia de la agenda de política pública global.

Por otro lado, en el foro se discutió acerca de resarcir el pago de deuda existente por acción climática. “Estamos trabajando en cooperación con el Banco Mundial para ver si podemos generar uno de los muchos instrumentos de este canje de deuda por acción climática como opciones que los acreedores pueden elegir”, respondió a los participantes de la mesa, la directora del FMI.

Ante las consultas periodísticas, desde el FMI se negaron a brindar más detalles. Sucede que la idea todavía debe ser consensuada con el Directorio del organismo, que en rigor, son los funcionarios designados por cada país integrante. Como es sabido, el voto de Estados Unidos y Europa es determinante en cualquier tipo de decisión y, en ese sentido, jugaría a favor su actual posición a favor de reforzar los compromisos ambientales.

No obstante, se trata de un momento en el que están primando las visiones económicas más tradicionales dentro del organismo con sede en Washington y varios países ya manifestaron el agotamiento de su paciencia para con la Argentina. Paralelamente, Georgieva ha quedado muy debilitada tras las acusaciones de haber beneficiado a China durante su paso por el Banco Mundial y ya no tendría el poder de imponer su “línea progresista”.

De todos modos, sería una solución posterior a la firma del acuerdo que está negociando actualmente el gobierno con el organismo con sede en Washington y se materializaría en forma de un bono.

Para los países desarrollados, esta alternativa podría emerger como una solución superadora a la entrega de fondos por 100 mil millones de dólares como se acordó en Copenaghe en 2009 para financiar a los países en desarrollo, un monto que jamás se llegó a alcanzar.

En tanto, para Argentina, además de reducir la carga de sus compromisos financieros, significaría un alineamiento con la agenda ambiental de Occidente que podría beneficiarla en términos políticos. Según pudo saber este medio por fuentes al tanto de las conversaciones, cuando se concretó la visita de la delegación estadounidense a la Argentina en agosto de este año, la descarbonización de la economía fue la condición principal que fijó la Casa Blanca para respaldar la reestructuración del préstamo con el FMI.

“Condicionaron el apoyo a una presentación de descarbonización 2050 con corte en el Compromiso Nacional Determinado (NDC, por sus siglas en inglés) en 2030, lo que Argentina aceptó de palabra”, revelaron a EOL.

El principal temor a no ajustarse a esta impronta es la posibilidad de sufrir sanciones o aranceles impositivos a la hora de comerciar con el exterior. “En un punto, la Argentina podrá importar o exportar productos dependiendo de lineamientos de sustentabilidad impuestos por el mercado”, sostiene Nápoli.

Además, el director de Farn precisa la importancia de definir qué es acción climática para poder cerrar una propuesta de este tipo, concepto que no se ha definido en ningún espacio de debate internacional. “Yo creo que entre deudores y acreedores será éste último quien defina qué se entiende por acción climática. Seguidamente, nos preguntamos dónde queda la soberanía de los países de decidir sobre su propio desarrollo sustentable”.

 

*EOL