30 agosto, 2020
La industria láctea argentina alcanzará en 2020 el nivel más bajo de actividad de los últimos diez años. La industria se compone de unas 670 empresas, que comercializan casi el 80 por ciento de la producción hacia el mercado interno. Actualmente, el consumo total de lácteos en la Argentina es de 182 millones de litros por habitante al año, el menor de los últimos 30 años.
Esto es porque a la crisis y deterioro del poder adquisitivo de los últimos años, se suma ahora la pandemia, que aceleró los problemas existentes.
La producción nacional se leche fluida se redujo en 593 millones litros, lo equivale a una baja superior al 30 por ciento.
En el caso del yogur, la contracción proyectada para la década es del 27 por ciento. Si bien el último pico se produjo en 2010, hasta 2014 se verifica una tendencia oscilante, que se vuelve definitivamente a la baja a partir de ese momento. Los datos fueron recopilados por la consultora Claves en base a datos oficiales y fuentes privadas.
En cifras concretas, mientras que en el 2010 la producción de leche fluida alcanzaba 1781 millones de litros y la de yogur 490.834 toneladas, las proyecciones sectoriales dan cuenta que este año el nivel de elaboración alcanzará aproximadamente 1187 millones de litros de leche y 357.000 toneladas de yogur.
«La disminución en el consumo de productos lácteos encuentra un paralelismo con la tendencia declinante del PIB, que se redujo un 13 por ciento durante la última década. Cabe señalar que, en dicho período, hubo un crecimiento poblacional del país de más de 5 millones de habitantes», indica el informe de Claves.
En paralelo a la caída del PBI está la retracción del consumo en el mercado interno, de la mano del deterioro del poder adquisitivo y del mercado laboral. A la crisis de los últimos años se suma la pandemia, que aceleró los problemas existentes. Por ejemplo, para el período abril/mayo de este año, la caída general en el consumo de alimentos en la comparación interanual fue del 10,1 y del 4,7 por ciento, respectivamente, según datos arrojados por la canasta que mide la consultora Nielsen.
«En línea con estos datos de achicamiento del sector lácteo, fuentes industriales confirmaron que desde el 2010 a la fecha el yogur perdió presencia en el 24 por ciento de los hogares del país, lo que significa que más de 3,2 millones de familias argentinas dejaron de consumir este alimento considerado esencial», dice el informe de Claves.
La consultora agrega que según los resultados de la última Encuesta Nacional de Hogares realizada por el Indec solamente un 72,8 por ciento de los hogares incluye en sus hábitos de consumo al yogur. De ese porcentaje, apenas el 38,8 por ciento declara una frecuencia de compra de al menos una vez por semana.
Según datos del Observatorio de la Cadena Lechera, aproximadamente la mitad de la leche producida en los tambos es destinado por la industria a la producción de leche en diferentes formas (fluida, en polvo y descremada. Respecto al yogurt y otras leches fermentadas, explican solo el 4,1 por ciento del total de leche que reciben las plantas.
La industria se compone de unas 670 empresas, que comercializan casi el 80 por ciento de la producción hacia el mercado interno. Actualmente, el consumo total de lácteos en la Argentina es de 182 millones de litros por habitante al año, lo cual está en el piso de la serie de los últimos treinta años, junto con los valores de la crisis de 2001/2002.
*C, P/12, Claves