22 marzo, 2021
En la provincia de Buenos Aires, micro-pais por excelencia y ensayo testigo de lo que luego se termina trasladando al Interior, están buscando una opción a los legisladores para burlar el límite a la reelección. Así las cosas, los senadores podrían ir a Diputados y los diputados podrían ir al Senado. Es un atajo que ya se considera viable.
La publicación por parte de la Cámara Nacional Electoral del cronograma electoral encendió las alertas en la Legislatura bonaerense para una docena de senadores y diputados que están en un deadline crítico ante la imposibilidad de no poder renovar sus bancas.
Sucede que la ley que limita las reelecciones de intendentes y legisladores tendrá impacto este año sobre un grupo de legisladores a quienes se les computó como primer período los cuatro años entre 2013 y 2017 y fueron reelectos en un segundo período entre 2017-2021.
Por eso, con una hoja de ruta trazada por la Justicia electoral y sin definiciones respecto de la ley que limita las reelecciones, en la Legislatura bonaerense ensayan un atajo que permitiría a los legisladores seguir en carrera.
La opción es saltar de Cámara. Es decir, los diputados podrán ocupar listas para el Senado y los senadores podrán ser candidatos para la Cámara Baja. En términos operativos, no implica un cambio drástico toda vez que a diferencia de lo que ocurren en el Congreso, en la provincia no hay demasiadas diferencias entre ser senador o ser diputado.
Pero la ingeniería para burlar la ley requerirá, además, ser reelectos por otra sección electoral a la que pertenecen. Esto se debe a que las ocho secciones electorales alternan entre senadores y diputados en cada elección. Por caso, cuando la Tercera (sur del Conurbano) elige diputados, la Primera (norte del Conurbano) elige senadores.
«Hay que reconocer que se tiende a tomar a la provincia como un todo, independientemente de las secciones electorales a la que cada uno pertenezca», dice a LPO un legislador que prepara el terreno para argumentar la movida.
Es cierto que, en los últimos años, tanto legisladores peronistas como de Cambiemos rompieron los límites de las secciones electorales a la hora de conformar listas. Veamos algunos ejemplos: En Cambiemos, Owen Fernández encabezó la lista de senadores por la Segunda, pero es de la Primera. Anastasia Peralta Ramos ingresó por la Cuarta Sección y también es del norte del Conurbano. Daniel Lipovetzky es de La Plata, pero ingresó a Diputados por la Séptima Sección. Gustavo Vélez ingresó por la Segunda y es de la Tercera. En el peronismo Jorge D’Onofrio ingresó por la Tercera, pero tiene su armado político en el norte del Conurbano y ya había sido senador por la Primera.
En la Legislatura coinciden que el artilugio es completamente legal, aunque habrá que evaluar las implicancias éticas de la movida.
La ley 14.836 que impulsaron María Eugenia Vidal y Sergio Massa en 2016 comienza a tener injerencia en esta elección legislativa. En la Cámara Alta hay dos senadores que deberán resignar su continuidad o buscar una banca en Diputados. Curiosamente son los dos jefes de los únicos dos bloques del hemiciclo. Se trata de Gervasio Bozzano, actual presidente del bloque del Frente de Todos, y de Roberto Costa, jefe de la bancada de Cambiemos.
En Diputados son 10 los legisladores que tendrán que buscar una salida para sortear la ley. En el peronismo la ley les pesa al massista Pablo Garate y también a Marisol Merquel y Gabriel Godoy (los tres de la Sexta Sección).
También corren la misma suerte Fernando Pérez del bloque Cambio Federal, bancada identificada con el ex titular de la Cámara de Diputados nacional Emilio Monzó; y Mario Giacobbe, titular de una bancada de dos legisladores que le garantizó durante 2020 el quórum a Axel Kicillof y que es clave para las mayorías en las comisiones.
En Cambiemos quedan afectados María Elena Torresi (Tercera), Sandra Paris (Segunda), Santiago Nardelli y Rosío Antinori (Sexta) y Diego Rovella (Octava).
*LPO