10 marzo, 2023
Por Trivia Demir
El actual presidente de la UCR para una gran mayoría de partidarios ‘hizo todo mal’.
Se alió con el oficialismo del ChuSoto y Frente Renovador, ahora aliado del Frente de Todos con La Cámpora incluída, de la mano de una gran relación labrada con el gobernador Mariano Arcioni a costa de financiamiento de sueldos, obras y visibilización política.
Comenzó a jugar en contra de los intereses de la UCR promoviendo junto con Pagliaroni y Cimadevilla un extrapartidario rompedor de la alianza de Juntos (y de todo) como es Federico Massoni, dicen que para facilitar el paso del PJ y negociar posicionamiento en la estrcutura de Juntos.
Además apoyó como candidato con todo el aparato partidario en las apuradas elecciones de Trelew, nada menos que a un extrapartidario impensado, que ni siquiera estaría afiliado, por lo cual tampoco en condiciones ni siquiera de votar en una interna cerrada, y mucho menos representarla.
Como si fuera poco trajo a la comitiva nacional de la UCR que acompañó el cierre de campaña, con el agravante de que se habría descubierto que los pasajes aéreos de Gerardo Morales fueron abonados por la Cooperativa de Servicios de Comodoro. (Mas claro, echarle agua).
Todo esto en desmedro del verdadero candidato radical, Gerardo Merino, que quedó literalmente en el llano pese a ser afiliado histórico de la UCR, al que terminó apoyando el PRO, aplastando en las urnas al ganar en todas las mesas, y demostrar que pese a los vericuetos oscuros que puede tener la política, la gente tiene claro quien es quien.
Lo más lamentable además de contraponer un extrapartidario, fue además atacar con los más bajos mecanismos de impugnaciones y recusaciones a los votantes de Merino.
Porque como dato contundente, el grueso de la interna de la alianza Juntos por el Cambio en Trelew habilitó a más de 10 mil afiliados de la UCR y unos 2 mil del PRO. Sin embargo se impuso Merino por más del 60% de los votos, con lo que queda claro que los afiliados de la UCR votaron al eventual candidato del PRO, porque era el verdadero referente excomulgado por Biss.
Con ese abrumador escenario, palabras más menos de los propios afiliados, y reflexiones de todas las mesas de café de esta semana en la ya casi otoñal Ciudad de Luis, el bueno de Damián Biss debería dar un paso al costado de la Presidencia de la UCR -paliza electoral de por medio, y desenmascare evidente también- en lugar de invocar ‘que se deje de hablar de la interna para pensar en futuro’, como lo hizo esta semana por varios medios del Valle.
Esto que en su momento fue una reflexión de entendidos de mesa chica, saltó a la palestra institucionalmente, y este viernes se hizo público que más de un centenar de afiliados y dirigentes históricos radicales de toda la provincia de Chubut lo plasmaron en un documento firmado y titulado «Lo advertimos», en el que se exponen lo que entienden como una serie de graves errores políticos en el rumbo del partido, (por no hablar de traición).