7 diciembre, 2020
Sergio Massa fue reelecto finalmente como presidente de la Cámara de Diputados de la Nación por un año más, hasta el 9 de diciembre de 2021. El cambio más importante será en la vicepresidencia primera que pasará a ocuparla el diputado mendocino Omar de Marchi, de Juntos por el Cambio, en reemplazo de Álvaro González. En la vicepresidencia segunda se mantendrá otro representante del oficialismo, el sanjuanino José Luis Gioja, y el radical Alfredo Cornejo -otro mendocino como De Marchi- continuará en la vicepresidencia tercera.
En la sesión preparatoria para la renovación de autoridades -que comenzó con 33 minutos de retraso tras una reunión de Labor Parlamentaria- hubo 191 diputados, 122 en forma presencial y los demás conectados en forma remota.
La renovación de Massa deja mucha tela para cortar. Para los observadores finos, es el gran equilibrista. La pregunta es ¿hasta cuando?
«Mis triunfos son sutiles. Yo no puedo hacer el gol y cantárselo a la tribuna contraria», repite Massa a sus colaboradores de confianza. Socio minoritario del Frente de Todos, el presidente de la Cámara baja camina haciendo equilibrio en el sendero de hielo que se trazó entre Fernández y Cristina. Mientras se cuida de no irritar al kirchnerismo, intenta de tanto en tanto forzar a un viraje hacia el centro, más amigable con el círculo rojo. Por eso tiene una estudiada lista de temas con los que salió a desmarcarse, como la toma de tierras, el inicio de clases, el uso de las Taser o Vicentin, dicen los que saben
