ChubutLine.com "Periodismo Independiente" - Noticias, política y un análisis de la realidad diferente - directora@chubutline.com - redaccion@chubutline.com



8 enero, 2024

Bandera blanca de Milei ante el Congreso

La ley ómnibus corre veloz a transfigurarse en una modesta combi. El proyecto no separa lo importante de lo trivial. El gobierno parece despertar del sueño dogmático de una política sin política.

Por Ignacio Zuleta*

La realidad perforó la indiferencia del gobierno ante los hechos: mandó a negociar al Congreso a uno de los gerentes discretos de una ley-ómnibus, que corre veloz a transfigurarse en una modesta combi.

El experto en regulaciones, y hoy secretario de Energía, el abogado Eduardo Rodríguez Chirillo se constituyó el jueves a la hora de la siesta en el despacho de Martín Menem, justo cuando los legisladores se peleaban en el Anexo por la integración de las comisiones.

Fue a escuchar los argumentos de Miguel Pichetto y algunos integrantes del bloque bisagra de la cámara Hacemos Coalición Federal, entre ellos Emilio Monzó, Juan Manuel López y Carlos Gutiérrez.

De esa reunión salió el compromiso de que este martes comience la ronda de comparecencia de funcionarios del Ejecutivo para explicar la forma y el fondo del proyecto. Pichetto y sus acompañantes repitieron el mismo reclamo que llevaron a otras reuniones con el oficialismo.

El primero, que el gobierno haga una diferenciación entre los proyectos necesarios y urgentes, de los que son reformas de fondo que pueden discutirse con tiempo en sesiones extraordinarias. Uno de los asistentes al encuentro se dijo sorprendido: quienes han hecho esta ley culebrón parece que no sabían que para que se aplique, debe tener el voto del Congreso. Con esta visita el gobierno parece despertar del sueño dogmático de una política sin política.

 

El poder no está en la Rosada

En la política como en la vida, ya se sabe quiénes son los Reyes Magos. En el mapa de esta coyuntura, los Reyes Magos están en el Congreso, que tiene el poder de avalar o desmantelar los impulsos pretorianos del poder Ejecutivo de hacer una revolución por decreto.

La gestión Milei entra en la cuarta semana sin haber podido hacer una alianza legislativa que haga prosperar sus iniciativas. Un miniclub de gobernadores pesqueros le bajó los anuncios de reformar el régimen vigente, que se le permite a la Argentina exportar más pescado que carne vacuna.

En el Senado, le fracasó la prueba de afectos mutuos que era impulsar la reforma electoral para imponer la Boleta Única. Imaginó la Casa Rosada que la alianza de 39 senadores que expulsó al peronismo del control de la Cámara le serviría para esperar la Noche de Reyes festejando algún triunfo.

Todo un problema porque el viernes, día de reyes, esa Cámara recibió el texto del DNU 70, la madre de todas las disputas. Era el último día que tenía el Ejecutivo para enviarlo. En los próximos 10 días la comisión, aun no designada, debe darle tratamiento.

Por no tener los acuerdos necesarios para un trámite saludable, el DNU llega con la carrocería rayada, en trámite de desguace y amparado por la justicia. Tampoco había comisión, porque también se le aguó al oficialismo en Diputados el acuerdo con el peronismo y el PRO para repartir comisiones según bloques y con sistema d’Hont.

Si el oficialismo cumplía el acuerdo cerrado en la sesión preparatoria, la comisión habría quedado dominada por la oposición del peronismo, que ya avisó que no le va a votar nunca nada a este gobierno.

 

Velocidad torpe

El bloque bisagra de Pichetto, que concentra una densidad política de la que carecen otras bancadas más numerosas, entiende que las reformas financieras y fiscales son la prioridad. Entre ellas no figuran, desde ya, las reformas al sistema electoral.

«- La eliminación de las PASO – le adelantó Monzó al visitante – puede llegar a pasar, pero el resto ni lo sueñen. De paso – le preguntó a Chirillo – ¿me pueden explicar qué ventaja tiene elegir los diputados por circunscripción uninominal? A mí me puede gustar, pero ¿les conviene a ustedes?» Silencio del otro lado.

Tampoco tuvo respuesta la mesa cuando se les reprochó que busquen la velocidad en el trámite legislativo, cuando la velocidad debe ser una función de la eficiencia con que se sancionen los proyectos. De otra forma, velocidad es torpeza.

El principal reclamo de estos amigos del gobierno, que no están dispuestos a boicotearle a Milei algunas reformas que también persiguió Cambiemos desde 2015, es que el paquete no tiene los dos elementos necesarios para que avance: 1) no separa lo importante de lo trivial; 2) no busca la unidad de manera de lograr los votos necesarios para la aprobación. El gobierno actúa como si la sanción fuera algo secundario y el propósito es sólo hacer músculo para generar una mayoría que no tiene.

 

Amigo de los amigos

Chirillo fue funcionario de la Secretaría de Energía durante el gobierno de Carlos Menem, bajo el mando de Carlos Bastos. Tiene relaciones fluidas con Roberto Dromi, que es autor de dos libros, con Pichetto, sobre reforma del Estado.

Se conoció con el diputado recién en esa reunión que organizó Martín Menem, pero se entendieron como si se conocieran desde siempre. Chirillo vino al gobierno de la mano del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, por una relación aeroportuaria.

Hasta incorporarse al gobierno, este administrativista vivía en Marbella. Le tocó revisar la lista de desregulaciones que propuso la mesa de Federico Sturzenegger para Patricia Bullrich, y que por la carambola electoral del 22 de octubre entró en la tronera de Milei.

 

Recetas macristas

Monzó transmitió lecciones que anotaron los visitantes: “- Ustedes tiene que lograr, desde una minoría, la mayoría para los proyectos. Yo junté la mayoría, siendo minoría, para los proyectos de Macri. Esa tarea la tienen que hacer ustedes ahora”.

Los anfitriones advirtieron que la búsqueda de conciliación con los amigos es clave, porque el peronismo cristinista que controla hoy los 101 votos de Unión por la Patria va a ejercer una estrategia de bloqueo como la que tuvo con el gobierno de Macri.

Esta receta de Monzó evoca la herramienta con la que contó Macri entre 2015 y 2019: el peronismo se dividió en dos bloques en el Senado y en tres bancadas en Diputados. Ese cisma, liderado por Pichetto, Massa, Urtubey, Bossio y los gobernadores del peronismo del interior, permitió que el interbloque que presidía Mario Negri lograse aprobarle 292 leyes a Macri.

Pichetto le advirtió que suspender la fórmula de actualización de las jubilaciones era un riesgo de más descrédito. Chirillo argumentó: “– Ese costo lo paga el presidente”. Pichetto respondió: “- Los costos se pagan siempre acá en el Congreso. La gente viene a reclamar y pedir acá.” Chirillo anotaba.

 

Desconciertos

Ilustra el desconcierto en el Congreso el resultado de la reunión de Guillermo Francos con los senadores del grupo de «Los 39» cuando éstos se quejaron del insulto del presidente al señalarlos como «coimeros». Victoria Villarruel gestionó esa reunión con el ministro del Interior para escuchar quejas y explicaciones.

Francos escuchó y propuso: » – Esto se arregla con una reunión de ustedes con el presidente…» Luis Juez, que para cada crisis tiene una chanza, bromeó: «-Mejor que no sea esta semana sino la que viene, para que la gente crea que fue una puteada del año pasado».

Milei festejó en Mar del Plata el debut de Fátima Florez con otro insulto a «la casta delincuente» del Congreso. El presidente es hombre de escenarios y también aporta con sus chanzas, como cuando dice que quiere convertir a la Argentina en Irlanda para dentro de 45 años. Es como el consejo sobre cómo hacer una pequeña fortuna en la industria del cine: invertir una gran fortuna.

 

El langostino salvaje contraataca

Pichetto y Monzó venían de una cumbre pesquera en la casa de Chubut, con el gobernador “Nacho” Torres y otros legisladores del bloque, como Maxi Ferraro. En ese encuentro se preparó el rechazo a las reformas de régimen de pesca, reclamado por todos los sectores políticos y empresariales de esa actividad.

La fuerza de la queja culminó con la reunión de Torres y otros gobernadores con la cúpula del gobierno. Fue la primera capitulación formal del oficialismo en una reforma que el sector considera que liquida la actividad, con el argumento de que el país puede recaudar más si licita los recursos pesqueros. Según los expertos de la industria hay 46 mil puestos de trabajo en peligro por un proyecto que consideran una mala copia de una ley que se aplicó en Chile.

En los informes que se leyeron en la casa del Chaco, adonde estuvo el intendente macrista de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, se destacó que la propuesta que querían imponer en la ley ómnibus se atentaba contra recursos pesqueros únicos en el mundo, como el llamado “langostino salvaje”.

La mención causó escalofrío en los presentes. Pero uno explicó que en todo el mundo el langostino que se consume es de criadero, mientras que en la Argentina se pesca una especie que no depende de granjas marinas. La motosierra no pudo con el langostino salvaje.

 

Un gobierno fantasma

Se quejaron del objetivo fiscalista del proyecto de un gobierno que aún no ha designado al Subsecretario de Pesca. Se revela con eso de que hay una mano que toma decisiones sin tener responsabilidad formal. Una especie de administración fantasma que maneja al gabinete desde afuera.

Esa mañana el gobernador Torres discutió esta materia con Sturzenegger por un zoom. El ex BCRA de Macri no tiene hasta ahora una designación formal con firma autorizada, aunque el economista reconoce en público que es el inspirador de decisiones que hace suyas el gobierno y que afectan intereses.

El caso tiene antecedentes. Bajo el gobierno de Eduardo Duhalde, Hugo Toledo era asesor para tomar decisiones en obras públicas, pero no era el ministro del área. Chiche Duhalde tenía el mismo status para decidir en materia de ayudas sociales, sin ser la ministra. Pero tampoco se le puede pedir a este gobierno que tenga responsables con firma si faltan funcionarios en decenas de reparticiones. Y algunos que son designados, son despedidos antes de que asuman.

Otros alzan la voz aduciendo precedencia sobre sus pares, como Patricia Bullrich, a quien ya la anotan como aspirante a jefa del gabinete de ministros. El mileísmo es el imperio de lo efímero – muy a tono con la sociedad que describe, a otros efectos, el francés Gilles Lipovetsky («L’Empire de l’éphémère», libro de 1987).

 

Regalo de Reyes que parece un préstamo

Otro que lleva y trae sin funciones es “Lule” Menem –primo de Martín-, a quien han registrado en alguna reunión de gabinete y que organizó la visita de los diputados mileistas del miércoles, que vinieron a escuchar la rabieta del presidente por la lentitud en el trámite de los proyectos. Milei quiere que el 31 de enero esté aprobada la ley-ómnibus.

Para que la aprobación ocurra, dígase, el 25 de enero, el 18 tiene que estar dictaminada en comisión. Este martes empieza la ronda de explicaciones del Ejecutivo a los ministros. La semana siguiente tendría que estar aprobado el dictamen. Quimérico: a esa reunión con Milei fue la mitad de los legisladores de la Libertad Avanza. Y ninguno de quienes integran el bloque tiene experiencia legislativa.

Son todos debutantes. Lo que les pida el oficialismo dependerá de los amigos que tengan en el Congreso. Los 39 del Senado ya ponen reservas. Y las presidencias en comisiones de Diputados fue un regalo de Reyes que le hicieron a LLA los bloques del PRO la UCR, y los 23 de Pichetto que se parece más a un préstamo a plazo fijo. Las razones son precarias: toman distancia del peronismo de los 101. Una posición tal no puede perdurar en el tiempo.

 

*EC/NA