7 junio, 2022
El presidente Alberto Fernández destacó este martes que la Argentina posee un «gran futuro» frente a la «ventana de oportunidad» que el actual contexto mundial abrió respecto a la energía y los alimentos, y pidió «reglamentar adecuadamente la distribución del ingreso» ya que «un número muy importante de argentinos no han logrado captar» las «ganancias que se están dando», y pidió «responsabilidad en un contexto de guerra».
«La Argentina, si sabe aprovechar esta ventana de oportunidad, puede ser un gran productor de energía», afirmó el mandatario, quien pidió «sacar la ley de agroindustria» ya que el país puede «ser también un gran productor de alimentos».
Fernández destacó quedurante la pandemia de coronavirus el Gobierno logró sortear «dos obstáculos muy grandes: el de la deuda con acreedores privados y el de la deuda con el Fondo Monetario Internacional».
«La Argentina, si sabe aprovechar esta ventana de oportunidad, puede ser un gran productor de energía»Alberto Fernández
«En el primero de los casos, garantizamos que los argentinos al cabo de diez años, ahorren US$ 38.000 millones», sostuvo Fernández respecto al acuerdo con los bonistas privados, mientras que destacó que, con el programa con el FMI, «durante los próximos cuatro años no tendremos que afrontar ninguna de las obligaciones que el gobierno anterior había contraído».
En ese marco, reiteró que «hubiera sido imposible» el pago de US$ 19.000 millones este año «con una guerra desatada en el mundo, que ha complicado los precios de la energía y que ha puesto en crisis el sistema alimentario mundial».
Por otro lado, el jefe de Estado enfatizó la necesidad de mejorar la distribución del ingreso, pese a que la economía «sigue generando trabajo formal de un modo significativo».
«No estamos contentos porque todavía hay un número muy importante de argentinos que no han logrado captar esa ventaja, esas ganancias que se están dando», subrayó, al tiempo que cuestionó a las productoras de alimentos por no «desacoplar suficientemente los precios internacionales de los internos» y no haber logrado que «se asocien al conjunto de los argentinos».
En ese sentido, señaló que, de los «tres pilares» del programa económico gubernamental, «venimos cumpliendo con el aumento de la producción y del trabajo formal, pero nos está costando mucho terminar con la desigualdad».
Para ello, el Presidente llamó a «reglamentar adecuadamente la distribución del ingreso» ya que «esa es la tarea que nos está quedando pendiente frente a una gran oportunidad que la Argentina tiene por los diez años que vienen».
Al igual que Fernández, el presidente de la AEA, Jaime Campos, llamó a «aprovechar las oportunidades que existen en muy diversas áreas de la vida económica», y afirmó que «se han visto incrementadas en el último tiempo ante los cambios acontecidos en el sistema internacional».
Para ello, el empresario reclamó «reglas de juego claras que brinden previsibilidad a los inversores», y valoró «todos los esfuerzos de la dirigencia política y social destinados a acordar políticas de Estado».
«La Argentina debe recuperar la legitimidad monetaria mediante un acuerdo macroeconómico amplio y consensuado», aseveró Campos.
Asimismo, cuestionó las políticas de «control de precios» y la «elevada presión tributaria que debe hacer frente el sector formal de la economía», y definió a la «propuesta de un impuesto a la renta inesperada» como «un retroceso».