“Llama poderosamente la atención que días posteriores al hecho, César Sena y su madre Marcela Acuña, compraron un nuevo teléfono celular (…) Ello hace presumir que se deshicieron de los teléfonos que tenían con anterioridad a la muerte de Cecilia, haciendo desaparecer así cualquier rastro del delito”, indicaron los fiscales Jorge Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez.
El documento, que se encuentra en el informe de pedido de las prisiones preventivas, se ve el ingreso de César y Marcela al local a las 8.29 y salen 8:38, es decir nueve minutos después.
Las cámaras volvieron a captarlos 8:44 cuando César tiene en una de sus manos una bolsa blanca y con la otra toma del brazo a su mamá.
Este hallazgo está ligado a la declaración de Gustavo Obregón que confirmó en su declaración la maniobra de descarte: “La semana posterior al viernes 2 de junio y antes de los allanamientos, más o menos el lunes o martes, la familia Sena ya había cambiado sus celulares”.
8:44 comienzan a retirarse del local
“El día del allanamiento, cuando a César le dictaron la orden de captura, él me manifestó personalmente que yo tenía que cambiar mi celular. Yo le respondí que no iba a cambiarlo y que de última le sacaba el chip. Finalmente di de baja mi línea llamando a Personal y posteriormente le sacó el chip a mi celular y destruyó el SIM”, relató.
Durante la investigación se confirmó que hasta el 5 de junio César seguía teniendo en mano su celular y el de Cecilia para hacerse pasar por ella y responder mensajes.
Aun así, la situación habría cambiado cuando ese día por la noche Gloria Romero, mamá de la joven desaparecida, le mandó un mensaje a su celular: “Vino la policía buscándote como desaparecida. Si no te comunicás para mañana hago la denuncia”.
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