31 mayo, 2023
Se encontraba, junto al cuerpo de una mujer, en el interior de una tumba ubicada en un campo santo de la ciudad de Yanghai. ¿De qué antigüedad data y qué otros objetos encontraron?
Mientras realizaban tareas de excavación en el cementerio de Yanghai, ubicado en la cuenca de Turpan, de la región autónoma de Xinjiang Uygurd, en China, un equipo de arqueólogos encontró una tumba en cuyo interior había una mujer sentada en una silla de montar que, según afirmaron, data de hace aproximadamente unos 2.700 millones, lo que la convierte en la silla de montar más antigua del mundo jamás encontrada hasta el presente.
Según explicaron los científicos a Archaeologic Research in Asia, la milenaria silla que fue encontrada en perfecto estado de conservación estaba confeccionada de dos cojines de piel de vaca, en tanto que el interior de la tumba también encontraron una mezcla de paja y una gran cantidad de pelos de camellos y de ciervos.
En tanto que la mujer estaba vestida con un abrigo de piel, pantalones de lana y botas de cuero, lo que probaría que se desempeñó como pastora en su pueblo, contrariando así las suposiciones históricas sobre quién montaba a caballo en la antigüedad, ya que la equitación se representa principalmente como una ocupación masculina relacionada con la guerra.
«Esto coloca a la silla de montar Yanghai al comienzo de la historia de la fabricación de sillas de montar», explicó Patrick Wertmann, arqueólogo de la Universidad de Zúrich y autor principal del estudio, al portal WordsSideKick.com
Si bien los caballos jugaron un papel importante en la historia humana temprana, los investigadores aún no han podido determinar fehacientemente cuándo surgieron las primeras sillas de montar ni cuándo se inició la equitación, ya que aunque aseguran que los caballos fueron domesticados y utilizados por primera vez para obtener leche y carne hace unos 6.000 años, recién habrían sido montados por primera vez hace unos 5.000 años, o sea, 1.000 años más tarde.
“Hay ejemplos de equitación en el arte antiguo, pero no con sillas de montar. Una placa de terracota mesopotámica de alrededor de 1750 a. C., considerada la evidencia pictórica más antigua de la equitación, muestra a un jinete con riendas y un látigo, pero sin silla de montar”, comentó Wertmann.
“Del mismo modo, un jinete representado en la tumba del faraón egipcio Horemheb, quien gobernó entre los años 1.319 y 1.292 a. C., parece cabalgar a pelo con riendas y un látigo”, concluyó el especialista.