1 febrero, 2022
Cancha embarrada para el aval del Congreso al acuerdo con el Fondo. Cinco charlas Massa-MK. Las advertencias por no investigar la deuda. El costo del ajuste.
Por Claudio Mardones
Un día antes del inicio del período de sesiones extraordinarias del Congreso, el oficialismo ya cuenta con una certeza: su bloque en la Cámara de Diputados ya no será conducido por Máximo Kirchner. Renunció este lunes y terminó de romper el silencio que rodeaba desde el viernes a la vicepresidenta Cristina Fernández sobre su posición respecto al entendimiento firmado con el FMI.
El texto deberá ser aprobado por las dos cámaras antes del último vencimiento de marzo, pero la salida de Kirchner de la conducción del bloque oficialista anticipa que el trámite no será abreviado y expondrá en el recinto las diferencias que tiene el panperonismo sobre la salida del endeudamiento que contrajo Mauricio Macri en 2018.
Hasta que se conoció la renuncia, la hoja de ruta que manejaban en el oficialismo apuntaba a un tratamiento concentrado en marzo. Estimaban dos semanas para tratar el texto del acuerdo en Diputados y otras dos para el Senado. Antes del portazo, los tiempos ya aparecían muy exiguos para los debates internos que finalmente estallaron este lunes. La dimisión tiene su trastienda y se concretó un día antes de la gira que realizará el presidente Alberto Fernández por Rusia y China.
La renuncia no tomó por sorpresa a las principales figuras de la bancada oficialista, porque Kirchner ya lo había hablado con Fernández el miércoles pasado. La posibilidad era barajada desde el viernes. Terminó de concretarse este lunes antes del crepúsculo. En el FdT contaron a este portal que Kirchner le confirmó su decisión al Presidente.
Además, habló cinco veces con el titular de la Cámara Baja, Sergio Massa. El tigrense trató de convencerlo para que desistiera, sin éxito. Le propuso alternativas para que no dejara la presidencia de la bancada, aunque no se conocen las ofertas que le hizo para evitarlo. Luego de los intentos, Kirchner le mostró el borrador del texto de renuncia y continuaron en contacto, aunque Massa hizo trascender su interpretación. Cree que la partida es una decisión personal que no afecta el vínculo que mantienen ambos. Al cierre de esta nota, Fernández dijo al canal C5N que la vicepresidenta no coincide con la decisión que adoptó su hijo y recordó: «El Presidente soy yo».
Dentro del bloque deslizaron que las diferencias iban a surgir con fuerza cuando se conociera la letra chica del acuerdo. En ese momento se activarían los debates sobre cómo alcanzar con las metas pactadas, es decir, se pondría en discusión la orientación y los costos políticos de firmar el acuerdo.
La incógnita se agigantó con el silencio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner desde que se conoció la firma del entendimiento. La carta de renuncia de su hijo al frente del bloque oficialista adelantó ese pronunciamiento. Mostró que el bloque del FdT podría fracturarse antes de que comience el debate sobre el pacto con el Fondo, pero Máximo K. fue claro en su dimisión. «Permaneceré dentro del bloque para facilitar la tarea del Presidente y su entorno. Es mejor dar un paso al costado para que, de esa manera, él pueda elegir a alguien que crea en este programa del Fondo no sólo en lo inmediato, sino también mirando más allá del 10 de diciembre del 2023», escribió.
En el oficialismo reconocen que hay un «gran dilema”. Es tan importante que define la discusión interna desde el año pasado y gira en torno a las formas de cumplir con las metas fiscales que se pacten. “Todavía no se definió si las afrontaremos con más recortes o con aumentos en la recaudación”, explicó un legislador para reflejar el punto de mayor divergencia en el FdT.
Existe un amplio sector del bloque oficialista que advierte sobre la preocupación de un ajuste que perjudique a los sectores populares y resienta aún más el contrato electoral del FdT. El extitular del bloque oficialista está al frente de esa corriente de opiniones internas y actuó en consecuencia, porque considera que el equipo del ministro de Economía, Martín Guzmán, no negoció con firmeza. «Algunos se preguntaran qué opción ofrezco. En principio, llamar a las cosas por su nombre: no hablar de una dura negociación cuando no lo fue, y mucho menos hablar de ‘beneficios’. La realidad es dura. Vi al presidente Kirchner quemar su vida en este tipo de situaciones», advirtió el extitular del bloque.
En el espacio descartan que hará valer esas opiniones cuando llegue el momento del debate, pero Fernández aseguró que no habrá ruptura del bloque. El escenario de los próximos dos meses revelará hasta dónde llegarán los respaldos que tendrá el Gobierno a la hora de votar, mientras estrecha acuerdos con JxC y los bloques provinciales.
Otro punto de la controversia que surca al panperonismo legislativo es la reducción de los subsidios estatales a los servicios públicos con la experimentación de un nuevo modelo de segmentación tarifaria para ordenar el alcance del ajuste y los aumentos. Durante el fallido tratamiento del Presupuesto 2022, el secretario de Energía, Darío Martínez, confirmó que estaban desarrollando la esperada segmentación tarifaria.
Ante el nuevo “sendero fiscal” que traerá el pacto con el FMI, en la bancada del FdT se aceleraron las dudas sobre los beneficios de una prueba piloto de segmentación tarifaria en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), justo cuando el tiempo apremia para llegar a metas fiscales que serán muy duras.
Ahí es donde crecen las voces dentro del FdT que reclaman explorar otras herramientas fiscales más progresivas. También son parte de las divergencias internas que desembocaron en la postergación de una premisa fundacional del FdT: investigar la legitimidad de la deuda contraída con el FMI durante la era Macri. Hasta Fernández habló el 1° de marzo de 2021 de iniciar una «querella criminal» contra quienes firmaron el crédito, pero el caso duerme en Comodoro Py.
El camino de la investigación parlamentaria corre por cuenta de la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda Externa. Es presidida por el senador y titular del bloque del FdT, José Mayans, y la vicepresidencia está en manos del diputado Itai Hagman, del Frente Patria Grande. A pesar de los objetivos ambiciosos que se había planteado el oficialismo, la Bicameral no avanzó en su trabajo y la parálisis desató críticas internas. Para no sacar los pies del plato, en el espacio se muestran cautelosos, pero Mayans ya había recibido las críticas públicas del dirigente de la UTEP Juan Grabois. Le reclamó mayor celeridad para investigar la deuda y nunca tuvo una respuesta positiva. Por la noche, los diputados nacionales, bonaerenses y porteños del espacio respaldaron a Kirchner. «Compartimos sus observaciones críticas y preocupación sobre el entendimiento alcanzado con el FMI, que hacemos nuestras. Agregamos que la discusión sobre la forma en que se cumplirán las metas pactadas y, fundamentalmente, sobre quienes recaerá el esfuerzo para pagar esta deuda, deberán ser temas centrales de la agenda de nuestro gobierno», sostiene el comunicado que lleva la firma de Hagman, Federico Fagioli y Natalia Zaracho, entre otros.
La posibilidad de indagar su ilegitimidad sufrió un revés determinante el viernes, con la firma del entendimiento con el staff técnico del FMI. La expectativa de un sector del kirchnerismo era utilizar la investigación como una herramienta de la negociación . Ese punto también fue determinante para la renuncia de este lunes. “Lamentablemente eso no ya no tendrá impacto, porque, si hacemos un acuerdo para pagar el Stand By de Macri, es muy difícil que avance el cuestionamiento sobre la composición de ese préstamo”, confió a Letra P una integrante de la bancada oficialista.
Aunque esa instancia está obturada hay otra chance que sigue en pie y conecta con el entendimiento: investigar la fuga de capitales que se consumó después del endeudamiento contraído con el organismo. Ese punto forma parte de las facultades de la Bicameral que encabezan Mayans y Hagman. Hasta que Kirchner difundió su renuncia, era uno de los ejes que podía canalizar una parte del debate irresuelto en el FdT sobre el desaprovechamiento de las herramientas jurídicas para indagar sobre la composición de la deuda.