ChubutLine.com "Periodismo Independiente" - Noticias, política y un análisis de la realidad diferente - directora@chubutline.com - redaccion@chubutline.com



16 julio, 2020

Arcioni sigue ´desmeiszenizando´ el gabinete

Los escasos 33 días que el exjefe de gabinete Andrés Meiszner taconeó por Fontana 50 cual jinete del Apocalipsis, dicen que fueron suficientes para que le trizaran parte del equipo técnico con el que se había blindado de la politización extrema el gobernador Mariano Arcioni.

Entre los ´cuadros´ que le bajó el quilmeño estuvo el arquitecto Carlos Simionati, un jubilado de carrera con más de 35 años en el Instituto Provincial de la Vivienda, un organismo clave por el manejo de dineros públicos y para la política oficial, y que había asumido la presidencia en abril de 2018 apartándose hace unas tres semanas.

El desencadenante de la ida de Simionati fue otra situación de película, que quedará en los anales de la historia provincial, ya que protagonizó un desplante nunca antes visto en pleno acto: se negó a firmar un acta. Una versión dice que se trató de convenio con la Municipalidad de Comodoro por el traspaso de Centros de Encuentro, pero hubo mucho más para llegar a la eclosión que sonaron en voz baja como elementos usados en su contra en un operativo que ahora le achacarían al exsecretario general de Gobierno, Andrés Meiszner.

Las malas lenguas dicen que Simionatti, que además trabajaba ´ad honorem´ en su calidad de jubilado, se venía resistiendo a ´cosas raras´ loque se consideró una ´desobediencia política´ grave.
Ya en mayo de 2018 hay registros de que “le quisieron hacer firmar un acta en donde el IPV paga a cooperativas un aproximado de 20 millones, con fondos provenientes de Nación”, sostuvieron fuentes reproducidas por LaTeclaPatagonia en su momento.

Ahí comenzaron los amagues de renuncia del titular del IPV, ya que el problema se habría originado en que se pretendía que el Instituto reconozca con fondos del recupero de cuotas, el pago de 190 empleados de Cooperativas que en teoría estaban trabajando con viviendas, por un monto aproximado de $9000 cada uno. Todo eso en ese entuerto solamente sumaba unos $20 millones de erogación del Instituto.

Desde el off de record del IPV afirmaban sin embargo que “Los trabajadores de las cooperativas no son empleados del instituto y los beneficiarios de las casas que construyen no pagan cuotas, es decir que la plata no se recupera. En el último mes el IPV salió a recuperar cuotas de morosos para afrontar un barrio con fondos propios pero si la ´mala´ política sigue metiendo la mano, todo esto es en vano”, habían sostenido desde el organismo.

Al parecer Simionati se habría encontrado con esta situación y tantas otras que lo llevaron a resistirse a poner cualquier aval, aunque se sabe al asumir esos cargos políticos que “el que sabe, sabe y el que no es jefe”.
Lo cierto es que esa ´pata ancha´ le costó el pedido de renuncia, pero el gobernador habría revisado cada cosa que operó Meiszner y en este caso dio marcha atrás argumentando su decisión de hacer las cosas ´bien´ y de necesitar liberarse de las ´malas y viejas prácticas´.

En esas condiciones Simionati se reincorporó entonces esta semana al frente del IPV, quedando sin efecto el decreto de reasignación de la Gerenta General a cargo de la Presidencia, Ivana Papaianni.

Dicen que el propio funcionario recibió con sorpresa la convocatoria del mandatario: “Yo soy jubilado, ya había renunciado y la verdad que me tomó por sorpresa este nuevo llamado”.

Acto seguido se tendió una formalidad para superar la incomodidad política explicando un alejamiento diferente y personalísimo: “tuve un inconveniente familiar, y después pasó lo que pasó, y me convocó nuevamente el gobernador, charlamos y acepté reincorporarme”. Al mismo tiempo el arquitecto confirmó que el organismo continuará sin modificaciones, que el reasumirá la presidencia (se supone que nuevamente ´ad honorem´) y Papaianni permanecerá como gerenta general del IPV.