16 noviembre, 2020
Luego del anuncio del gobierno durante este fin de semana sobre un principio de acuerdo con un grupo de bonistas que representa a la mitad de los tenedores de bonos de la deuda externa de Chubut, y que ahora se ofertará al resto de los acreedores para tratar de llegar a un acuerdo general de reperfilamiento de la deuda, el ministro de Economía de la provincia, Oscar Antonena, explicó cuáles serían los principales alcances que permitirían un “oxígeno” a las cuentas públicas, al menos en los primeros tres años.
Afirmó que el dato central a tener en cuenta es que se lograría bajar el alto impacto de los vencimientos trimestrales del Bocade entre 2021 y 2023, que hoy es del orden de los U$S 39 millones, y que bajarían a U$S 16 millones en enero. De esta manera, se podría aprovechar el ingreso por regalías que hoy está seriamente comprometido, y destinarlos para saldar la deuda salarial y estabilizar la caja, que hoy presenta un déficit de más de $ 2.500 millones mensuales.
El titular de la cartera de Hacienda destacó en primer lugar el rol de conducción de las negociaciones que llevó adelante el gobernador Mariano Arcioni, y luego cuestionó duramente el endeudamiento del Bocade cerrado en la última gestión de Mario Das Neves en 2016, porque obligó a compromisos muy difíciles de afrontar para las cuentas chubutenses. Concretamente, destacó que “para el 2021 al 2023, estamos esperando un alivio de 160 millones de dólares. Es decir, que la cuota que tenemos que pagar el 26 de enero de 40 millones pudiera ser bajada a 16 millones de dólares. De esta manera, el excedente se va a utilizar para afrontar los gastos de la provincia”.
Explicó que se apuntó a mejorar las cuotas trimestrales, que fueron pactadas en su momento con garantías hidrocarburíferas y que desde octubre comenzaron a ser de 40 millones de dólares, lo que “hace muy dificultoso poder generar ingresos de regalías para la provincia. Para los próximos vencimientos y de no realizar un ‘reperfilamiento’, la provincia va a seguir sin poder tener ingresos para afrontar los gastos que tiene internamente”.
Agregó que además en esta propuesta “se mejora la tasa que en el primer año baja del 7,75 y va hasta el 7,50, con lo cual la expectativa de poder bajar la tasa es una expectativa remota porque la estructura tiene cesiones de regalías irrevocables. En Chubut, al haber cedido estas garantías, es muy difícil de lograr la baja de las tasas”.
Luego remarcó que si se aprueba este acuerdo “la deuda se va a terminar de pagar en el 2030” y puso de relieve que “la estructura que se cerró en el 2016 fue una ‘estructura leonina’. En ese momento, no se tuvieron en cuenta los escenarios controversiales como los que estamos atravesando”. Por lo tanto, sostuvo que “no estamos haciendo un nuevo endeudamiento sino que estamos tratando de mejorar lo que se firmó en su momento”.
Sostuvo Antonena que lo central a tomar en cuenta en esta etapa es que “es el primer paso que se debe dar porque el principio de acuerdo tiene que ver con haber tomado contacto con más del 50% de los tenedores de bonos de deuda de la provincia de Chubut a fines de plantear un ‘reperfilamiento’. Es decir, poder llegar a un entendimiento de cara a tener que lograr el 75 % que era lo que prescribe el contrato inicial que se firmó en el 2016, donde se acordó esta estructura que termina en el 2026”.
“Este principio de acuerdo es el primer paso y lo que sigue es poder lanzar una oferta para poder convocar al otro 25% de los tenedores de bonos, se le da un tiempo de 5 o 10 días hábiles para que confirmen y luego el cierre de la operación. Es aquí donde se concreta si esta propuesta tiene validez o no. Es un paso muy importante lo que hemos trabajado en los últimos 3 meses”, detalló el funcionario provincial a ADNSUR.
Luego puntualizó que “el objetivo es lograr mejoras en el tiempo y que el vencimiento del 2023 se postergue a los efectos de tener menos obligaciones a lo largo de los diferentes trimestres y –de cara al futuro- poder tener ingresos de regalías para poder enfrentar los gastos que tenemos en la vida diaria de la provincia”.
En ese sentido, fue optimista en que el cierre de un acuerdo permitiría aliviar las cuentas públicas y saldar la deuda en materia salarial con los empleados públicos. “Dijimos en enero que lograr el reperfilamiento de la deuda era uno de los objetivos más importantes de la gestión para disponer de ingresos y poder afrontar los compromisos de la masa salarial. Esto es muy importante porque nosotros estamos interviniendo en una estructura que fue cerrada y que le impide a la provincia utilizar estas regalías. Es un paso más que importante porque -si lo logramos- vamos a tener ingresos para poder pagar los sueldos”, afirmó Antonena.
Explicó además que “se generan incentivos que se les da a los bonistas de manera tal que puedan adherir al reperfilamiento. Es un estímulo que se les da a través de la estructura de manera tal que puedan ser persuadidos. Por eso, la baja de la tasa en el primer año. Bajamos tasas y ofrecemos un incentivo para la colocación. Es parte de la estructura de la ingeniería financiera”.
Sobre los plazos inmediatos, indicó que “somos cautelosos y estamos en el período de confidencialidad. Tenemos por delante oficializar la oferta y luego el plazo de cierre. Nosotros logramos un acuerdo con más del 50% de los tenedores de bonos con expectativas importantes”, concluyó Antonena.
*ADNS. MECH