8 febrero, 2021
El ministro de Economía pretendería avanzar con un ajuste de la tarifas energéticas de al menos el 30% para defender su presupuesto y en el marco de las negociaciones con el Fondo. En el kirchnerismo duro quieren que la suba sea del 9% en todo el año.
Martín Guzmán pretende cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante el mes de mayo. Así lo expuso el ministro de Economía y de esa «sugerencia» se hizo eco este jueves en el organismo multilateral.
El borrador incluiría un diferimiento de los pagos que se extendería hasta 2025, con el compromiso del Gobierno de mostrar avances en materia fiscal, monetaria, inflacionaria y de tipo de cambio.
El equilibrio fiscal tiene como uno de sus principales obstáculos los millonarios desembolsos del Tesoro para mantener congeladas las tarifas de los servicios públicos. Durante el gobierno de Mauricio Macri se desanduvo bastante en materia de subsidios, con el respectivo costo social por su impacto en los salarios.
Macri volvió a congelar tarifas en 2019 lo que se mantuvo durante el 1er año de Alberto Fernández en el poder, en el marco de la emergencia económica.
El congelamiento vence en marzo y el Gobierno estaría decidido a avanzar con ajustes. Sin embargo, hay discrepancias dentro de la misma coalición de gobierno sobre cómo deben instrumentarse esos aumentos.
En el kirchnerismo más duro, referenciado en la vicepresidente Cristina Fernández, son más sensible al clima social y sobre cómo impactarán las subas en los ingresos de las familias, sobre todo en un año electoral en el que hay mucho malestar por la inflación.
En el otro extremo se encuentra el ministro Guzmán, quien apuesta a cumplir con las metas establecidas en el Presupuesto mientras tiene línea directa con las oficinas del Fondo en Washington.
Las diferencias habrían quedado de manifiesto con la presencia de Guzmán en la noche del miércoles en el piso del canal C5N, en el programa de Gustavo Sylvestre, una de los preferidos de la audiencia ultra-K.
Allí el ministro hizo una defensa de la reducción de los subsidios, con un argumento que no dista mucho del que utilizaba el gobierno anterior. «Que el Estado nos subsidie a nosotros buena parte de la tarifa significa que se paga de alguna forma, o en la forma de impuestos, o se toma deuda y eso termina siempre con algún problema, o hay que emitir y esa emisión en la economía argentina termina presionando sobre el tipo de cambio”, dijo.
El periodista Fernando Krakowiak puso la lupa sobre que estas declaraciones se hicieron ante «una audiencia que suele reivindicar los subsidios, pero muchas veces no tiene del todo claro los costos de ese tipo de medidas», lo que mostraría que el ministro no declina su plan, sino que está dispuesto a explicárselo al sector más duro de su espacio.
Desde el portal Econojournal, Krakowiak además confirma una información que otro periodista, Carlos Pagni, había adelantado semanas atrás desde sus columnas del diario La Nación: que Cristina Fernández pretende que el ajuste de las tarifas no supere el 9%.
De acuerdo a Krakowiak, Guzmán apunta a ajustar las tarifas energética al menos un 30% para mantener el peso de los subsidios en el PBI constante en relación a 2020: 1,7% y «el compromiso que el gobierno asumió con el Fondo Monetario Internacional es que en 2021 es que ese porcentaje dejará de crecer».
Pero, revela, los entes que responden a la Vice negocian incrementos en línea con los deseos de esta.
«El interventor de Enargas, Federico Bernal, y su par del ENRE, Soledad Manin, estuvieron conversando en enero con las empresas y la propuesta inicial fue que las tarifas aumenten solo un 9% a lo largo de todo el año. Si eso ocurre, los subsidios a las tarifas podrían trepar igual cerca de un 25%», escribió Krakowiak.
Qué posición prevalecerá será uno de los grandes temas de la economía de los próximos meses y con fuertes repercusiones políticas.
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