Respecto de Argentina, se menciona que “en los últimos 25 años, ha mantenido prácticamente estable su PIB per cápita, punta contra punta, aunque con un fuerte deterioro de la calidad institucional” por lo que se infiere que “es esperable que, con estos niveles en el futuro, continúe y se profundice el impacto negativo sobre el desempeño económico”.
El reporte señala que “el impacto del deterioro institucional no es automático ni instantáneo, sino que se refleja en el ingreso per cápita, en el mediano y largo plazo” y que por ello hoy la Argentina estaría gozando los beneficios de su mejor calidad institucional acumulada en los años 90.
Con respecto a la Argentina, esa ventaja institucional que se tenía durante los noventa “ya estaría agotada”, porque en 2020, su índice de calidad institucional fue de 49,4 (baja institucionalidad). “Con lo cual, en el caso que continúe deteriorando sus instituciones, el impacto en el PIB per cápita es muy probable que se acelere en el corto plazo”, advierten los autores del trabajo.
La hipótesis que sostiene el trabajo es que para que Argentina puede sostener un PBI per cápita del orden de los u$s20.000 año, su Indice de Calidad Institucional (ICI) debería mejorar a 70 puntos, que es el nivel compatible con ingresos de ese nivel. Hoy el ICI del país es compatible con un PBI por habitante de u$s10.000.