14 mayo, 2023
En Chubut «hay sobradas pruebas sobre las dificultades que tiene el Derecho Penal para actuar frente a casos de violencia sexual y de género”, decía no hace mucho Francoise Roth, abogada francesa con posgrados en Estados Unidos y Colombia, consultora de Naciones Unidas y de la Unión Europea que viene trabajando con los Ministerios Públicos de la región para la elaboración de un protocolo de investigación de femicidios. Y es absolutamente real su reflexión pese a que en ese entonces se plasmaba sobre un resonado caso de abuso grupal y otras violencias de genéro no menos graves.
El rol de la Justicia, la pena a quienes incurren en hechos de extrema gravedad como el femicidio, y la posibilidad de que casos terribles que implican pérdida de vidas sirvan para generar cambios en la sociedad, fueron otra vez los temas que saltaron a debate público tras el femicidio de Tamara Silva, de apenas 21 años, ocurrido esta semane en Puerto Madryn. La reacción pública es de absoluta indignación, pero también de impotencia frente a la recurrencia de casos y muchas veces de impunidad.
En Chubut, los indicadores no hace más que abonar ese sentimiento público. Un informe de la Oficina de la Mujer del STJ muestra por ejemplo como en una década, en la Provincia se juzgaron más de 30 casos de femicidios. Pero a la par, el sistema mismo reconoce todo lo que hay para transitar para reformar procedimientos e intervenciones y está pendiente, en una gran mayoría de casos, de decisiones políticas.
Gustavo Solvas acusado del femicidio de Tamara Silva (21) en Madryn, fue detenido y cumplira 6 meses de prisión preventiva hasta que avance la imputación y el juicio. Este sábado se negó a declarar.
Recientemente un intendente del Valle reclamaba a viva voz que la Legislatura del Chubut trate de una buena vez las reformas al Código Procesal Penal de Chubut. Un proyecto que el Superior Tribunal de Justicia ingresó en julio de 2022 y sigue sin despacho de comisión. Del mismo modo que la aprobación de los Presupuestos del Poder Judicial de 2022 y 2023 que no permiten el buen funcionamiento de uno de los poderes del Estado.
Ese proyecto de modificación del Código Procesal Penal que tiende a agilizar los procesos y que el Superior envió a la Legislatura, fue a instancias de la Procuración General, por Acuerdo Plenario N° 4626/18. Consta de modificaciones que a la luz de la experiencia recogida a lo largo de años, redundarán en un mayor dinamismo del proceso penal. Con ello se busca optimizar los recursos humanos para lograr tener más jueces penales disponibles, alcanzar la realización de un mayor número de juicios y por consiguiente, obtener más sentencias, explicó recientemente el Procurador General, Jorge Miquelarena.
«Las reformas tienen vinculación con la regulación de la prisión preventiva, la diferencia entre sentencia ejecutable y sentencia firme, los plazos procesales, la violencia de género, el juicio rápido, el juicio abreviado y la competencia de los tribunales unipersonales». Ver ( https://www.mpfchubut.gov.ar/centro-de-noticias/procuracion-general/reforma-al-codigo-procesal-agilidad-actualidad-efectividad)
¿Porqué los diputados traban estas herramientas judiciales?, no se sabe con exactitud. Pero a todas luces están impactando en la vida de los provincianos y sobre todo en descenlaces fundamentales donde también merodea la muerte, los que merecen ser juzgados con todo el peso, la diligencia y fortaleza de la ley, para evitar la innecesaria espiral casi karmática de repetir historias en Chubut.
La Oficina de la Mujer expuso recientemente la situación de violencia y asesinatos de mujeres en lo que va de la última década de acuerdo a los registros de la Justicia. A través de una infografía que muestra los casos registrados en distintas localidades, se puede observar que añoa tras año la situación no varía y mantiene una preocupante cantidad de casos y vidas perdidas.
En cuanto a la cantidad de hechos por ciudad, Comodoro Rivadavia acumula 11 hechos en el periodo descripto, en tanto que Puerto Madryn registra 6 (contando ahora el de Tamara Silva) y Trelew registra 5 femicidios durante ese lapso, Esquel y Sarmiento con 2 hechos por localidad, en tanto que en Gaiman, El Maitén y Paso de Indios, 1 caso cada una.
https://www.juschubut.gov.ar/index.php/estadisticas-informes-y-registros
En cuanto a las particularidades de algunos de esos episodios, se da cuenta que, en el año 2014, en Sarmiento se registró un femicidio vinculado cuando un hombre asesinó a su pareja, a la hija y al hijo de ella, mientras que, en Comodoro Rivadavia, durante el año 2016 otro individuo de sexo masculino mató a la madre, a la hija y al hermano de la mujer a la que buscaba causar sufrimiento. En el año 2019 un hombre mató a su hija de seis años.
Se trata de una clara exposición que la situación de la violencia contra las mujeres se mantiene no sólo a través de los asesinatos, sino de diferentes modos de sostener discursos que favorecen este tipo de conductas, del mismo modo que de estructuras institucionales, leyes y prácticas que -más allá de los lentos avances- no terminan de contriubuir a acotar los márgenes de vulnerabilidad.
Chubut no es ajena de hecho -según el INDEC- a otros tipos de violencia contra la mujer que suelen ser antesala a descenlaces fatales, y donde predomina la violencia psicológica (86,0%), seguida de la física (56,3%), la simbólica (20,1%), la económica y patrimonial (16,8%) y la sexual (7,5%).
De los datos recolectados se observa que el 75% de los autores de estos femicidios fueron parejas o exparejas de las mujeres asesinadas. Ha quedado registrado que 14 de los autores de femicidios eran parejas de sus víctimas, en tanto que 7 eran exparejas, mientras en otros 6 casos se daba otro tipo de relación familiar.
En cuanto a la situación procesal de los imputados por estos hechos, 17 han recibido condena, de los cuales 15 tienen una condena a prisión perpetua, 1 fue condenado a 19 años de prisión y otro a una condena de 11 años y 9 meses de prisión.
En tanto a la fecha de corte del registro, hay 9 personas procesadas, todos con prisión preventivas y otras seis no tienen causa, por haberse quitado la vida con posterioridad al hecho.
Como saldo de estos femicidios, 36 niñas, niños o adolescentes han quedado sin su madre y de ellos, 26 ya realizaron el correspondiente trámite para acceder a los beneficios estipulados por la Ley Brisa, la que indica una reparación económica para víctimas de violencia familiar y de género. Desde la OM-OVG se articula con otras agencias estatales a efectos de contribuir con el acceso a la reparación de las víctimas.
Por otra parte, otro de los temas a abordar es la incorporación de análisis psicológicos al perfil criminalístico.
Según los expertos, cuando hablamos de un femicida «estamos hablando de un asesino cuya sensación de inseguridad psicológica hacia sí mismo lo lleva a culpar a la mujer de los males de su propio malestar. Hablamos de personas con trastornos de personalidad narcisistas que generalmente tienen antecedentes de violencia dentro y fuera de su entorno familiar», afirma la psicóloga Maryari Vera.
«Pudiéramos decir que tiene rasgos psicopáticos, cuyo principal característica es el odio hacia la mujer, lo cual se manifiesta a través del desprecio de la misma y la necesidad de sentirse superior a ella».
A grandes rasgos, el femicida suele tratarse de un hombre seguro, dependiente, celoso, dominante y controlador que de manera constante, amenaza y coacciona a una mujer para demostrar y sentir que tiene el poder absoluto sobre ella.
Una de las cosas que se recomienda para descartar un perfil de estas características es que cuando se esté conociendo a una posible pareja, se preste especial atención de cómo se comporta con relación al “no”. Esto debido a que las personas más perversas y peligrosas en inicio pueden parecer y actuar de manera complaciente hasta que se les dice que “no”, según los expertos.
El “no” es algo que una persona con una conducta abusiva no suele tolerar y eso generalmente funciona como un detonante.
«Negarse podría producir la amenaza, el abuso, la violación, ya que de otro modo el feminicida no puede ejercer el poder sobre esa mujer», afirma la psicóloga.