«La Argentina quiere sumarse a ese espacio y brindar sus aportes como integrante del mismo», insistió Alberto Fernández.
Además de los países que dan nombre al bloque, también formaron parte de la reunión los mandatarios de Argelia, Abdelmadjid Tebboune; de Egipto, Abdel Fattah El-Sisi; de Indonesia, Joko Widodo; de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev; de Senegal, Macky Sall; de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev; de Camboya, Hun Sen; de Etiopía, Abiy Ahmed Ali; de Fiji, Josaia Qoreque Bainimarama; de Malasia, Ismail Sabri Yaakob; y de Tailandia, Prayut Chan-o-Cha.
Ante los jefes de Estado, Alberto Fernández propuso «acordar una agenda común» que le permita a este grupo de países transmitir sus «inquietudes con mayor eficacia en la próxima reunión del G20», que se realizará en Indonesia en noviembre próximo.
Asimismo, destacó que «el peso institucional y económico de los BRICS puede convertirse en un factor de estabilidad financiera» y consideró que «la expansión de su Nuevo Banco de Desarrollo puede ser un instrumento útil para fortalecer las infraestructuras nacionales».
«Ya es hora de que exploremos mecanismos de cooperación, como el swap de monedas que la Argentina suscribió con China. Ya es hora de promover la creación de una Agencia Calificadora del Riesgo Internacional, que ponga en manos públicas lo que hoy está en manos de intereses privados», planteó, a la vez que también puso sobre la mesa la importancia de «poner en debate las pautas que determinan la asignación general de Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional».
Y añadió: «Los DEG´s también son una herramienta esencial para la necesaria capitalización de los bancos regionales de desarrollo».
Ante ello, el Presidente remarcó que «sin diseñar un modelo económico que acabe con la exclusión financiera, la posibilidad de construir un mundo más justo y equitativo acabará siendo tan solo una quimera».
Tras reclamar quese frene la guerra entre Ucrania y Rusia, el mandatario destacó que la Argentina es «proveedora segura y responsable de alimentos, reconocida en el ámbito de la biotecnología y en tecnología logística aplicada». «Esto significa que no solo somos capaces de producir y exportar alimentos. También sabemos suministrar servicios y formar especialistas para que otros países hagan crecer su eficiencia productiva y mejoren así la calidad de vida de sus habitantes. Tenemos grandes recursos energéticos», indicó.
Y continuó: «Todo esto lo hacemos lidiando con las dificultades propias de un país en desarrollo signado por una pesada deuda. Necesitamos mejorar nuestra infraestructura, diversificar nuestra matriz productiva, aprovechar las nuevas industrias como generadores de nuevos empleos y aumentar así nuestras exportaciones».
«Quiero acabar con la pobreza extrema en mi país que es parte de un continente, que hoy tristemente se exhibe como el continente más desigual del mundo. Sin políticas públicas adecuadas no llegaremos a implementar los Objetivos de Desarrollo Sustentable fijados por la ONU para 2030. Para poder alcanzar esos objetivos es una condición necesaria recuperar la paz. Es imperioso que cesen las hostilidades en Ucrania. Queremos ser parte en la búsqueda de una solución que acerque a todos los involucrados, para lograr una paz duradera que deje definitivamente atrás la dinámica desatada por la escalada bélica», manifestó.
Y concluyó: «Debemos entender, de una vez y para siempre, que el desarrollo debe ser el nuevo nombre de la paz. Y la paz debe ser hoy el nuevo nombre del desarrollo».
*PGN/NA/AT