18 junio, 2020
CAYÓ EL NIVEL DE APROBACIÓN A 62,4%
A partir de la escalada del virus sobre la clase política que habita en la centralidad criolla, le habrían recomendado al Presidente abstenerse de salidas y evitar tanto trajín de gobierno ´al descubierto´, por más que el estilo peronista así lo indique.
Además de los contagios cercanos de Insaurralde y Vidal, que fueron el tema de la semana, en el Gobierno hay preocupación por la pérdida de apoyo de la cuarentena y el impacto que esto puede traer en la aprobación de la gestión de Alberto Fernández, que durante la pandemia alcanzó niveles históricos superiores al 90 por ciento. La gente se va desmarcando de tanto confinamiento y ya mira para adelante pidiendo resultados al día ‘D’.
De acuerdo a la consultora Management & Fit de Mariel Fornoni, el índice de desaprobación de la gestión que en marzo, cuando arrancó la cuarentena, estaba en un piso inédito de 5,5%, en junio subió a 35,8%. En abril, con la extensión del aislamiento, ya había bajado la aprobación de la gestión de 91,7% a 83% y ahora se ubica en 62,4%.
En el Gobierno creen que esta caída se explica por el hastío de la gente ante la extensión de la cuarentena, y por el impacto económico crítico del aislamiento.
Dicen que a principios de mes Alberto resistió la idea de Kicillof de endurecer la cuarentena y el principal motivo fue la preocupación por la economía. El ministro de Producción, Matías Kulfas, era uno de los principales impulsores de abrir un poco la actividad porque la economía no resistiría tanto freno.
En ese sentido no fue casual que el ministerio de Producción comunicara oficialmente en las últimas horas que la industria y el comercio ya se encuentran habilitadas «casi en su totalidad en gran parte del país». (Ver https://chubutline.com/reactivacion-21-provincias-ya-habilitaron-mas-del-75-del-empleo-privado/ )
La cuarentena fue el caballo de batalla que mostró Alberto en los últimos meses, a tal punto que la gestión de todos sus ministros se abocó a la pandemia. Y si la adhesión a esa medida cae, baja lógicamente la aprobación de su gobierno. Incluso en la política se comenta que el propio Alberto sufrió una baja importante en su imagen. Por eso busca mostrarse activo con otra agenda, como la expropiación de Vicentín. Pero esa jugada tampoco salió bien, al menos en términos de impacto en la opinión pública.
De acuerdo a las encuestas de Management & Fit y de Zuban, Córdoba y Asociados, la iniciativa de Vicentín generó mucho rechazo. Según M&F, el 46,6% desaprueba la decisión de expropiar la empresa, mientras que la mayoría cree que puede perjudicar la negociación de la deuda que lleva adelante Martín Guzmán. Para Zuban, Córdoba y Asociados, el 38,4% está en desacuerdo con la decisión y el 36,1% está de acuerdo.
En diálogo con LPO, Fornoni aseguró que «todo el crecimiento que tuvo Alberto Fernández fue a costa de votantes de Macri y de Lavagna que son los que lo aprobaban al principio y no sus propios votantes». «Después empezó a generar un liderazgo con la cuarentena: la gente no la veía a Cristina, pensaba que él tomaba más decisiones. Entonces creció la aprobación pero básicamente a partir de un núcleo que no eran sus votantes», agregó la analista y Doctora en Dirección de Empresas.
Para Fornoni, Alberto perdió esos puntos extra «rápidamente porque no es núcleo duro ni mucho menos». La razón principal fue la mayor preponderancia de Cristina en las decisiones del gobierno: ejemplos de ellos fueron «la liberación de presos, el cambio de dirección de la Anses y la caída de causas en la Justicia».
Ahora La Rosada trabaja contrarreloj en una agenda fuerte que impacte en las expectativas antes que el desconfinamiento sea total y comience a mellar la crisis.
* Management & Fit, LPO