10 septiembre, 2020
PESE A QUE NO IMPACTÓ EN LAS PROVINCIAS, NO SE VE COMO BUENA SEÑAL LA INTERVENCIÓN POR DNU
Ante el frente judicial que se abre y en medio de los cuestionamientos del grueso de la oposición, el Gobierno buscó rodear de respaldo político la decisión que tomó el presidente Alberto Fernández de recortar en 1,18 el porcentaje de coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires, para traspasarle más fondos a la Provincia de Buenos Aires.
El día después al anuncio se intensificaron los contactos entre ministros y funcionarios del Gobierno con gobernadores para que desde las provincias se explicite un apoyo a la medida, que contrasta con la postura que fijaron ante aquel decreto de necesidad y urgencia que firmó Mauricio Macri para aumentar la coparticipación de la Ciudad de 1,4 a 3,75%, en virtud del traspaso de la Policía Federal. Precisamente fue ante el reclamo de los gobernadores que, dos años después, Macri redujo ese porcentaje a 3,5%, que ahora Fernández fijó en 2,32%.
Si bien hubo gobernadores que apoyaron de entrada vía Twitter, desde la Casa Rosada intensificaron los contactos para que los gobernadores del PJ y los aliados de partidos provinciales manifestaran su apoyo en bloque a través de una solicitada.
Este jueves el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, tuvo por motivos de gestión dos encuentros virtuales con Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Juan Manzur (Tucumán). Y el ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro, cruzó mensajes con un nutrido grupo de mandatarios.
Fueron, finalmente 19 gobernadores que suscribieron el documento, titulado «Reducir desigualdades para una Argentina Federal», en el que respaldan «la medida anunciada por el presidente Alberto Fernández para empezar a corregir los desequilibrios de un país concentrado». Además afirman que confían en que eso permitirá «reabrir el diálogo sobre la distribución de recursos para evitar cualquier tipo de favoritismos en distribución de fondos o proyectos».
Solo cuatro no rubricaron. Además de Kicillof , los cambiemitas Gustavo Valdés (Corrientes), Gerardo Morales (Jujuy) y Rodolfo Suárez (Mendoza); y el peronista juan Schiaretti (Córdoba). Los demás gobernadores firmaron todos.
El texto ya había sido delineado entre Cafiero y De Pedro con los gobernadores en febrero, ante lo que parecía un recorte inminente, pero que finalmente quedó en stand by, primero por la estrategia de Alberto F. de llegar a un acuerdo «consensuado» y, luego, por la pandemia.
En esa mesa de negociación que había trazado Fernández, la diferencia era amplia: mientras Nación quería recortar unos $35 mil millones -1,1 por ciento-, desde Ciudad toleraban la mitad, pero concedían que hasta en el peor de los casos, con un 0,75% de poda, se podían arreglar.
Sin embargo, ante la crisis por la pandemia, el escenario es distinto: para la Ciudad, representa un golpe duro, tanto en lo inmediato como a futuro: son unos 9 mil millones de pesos con los que contaba Larreta para cerrar su Presupuesto 2020 y una merma de unos $45 mil millones de cara al próximo año.
En el Gobierno nacional descontaban desde la misma noche del miércoles que Larreta judicializaría la medida para demostrar que se trata de fondos que estrictamente cubren los gastos que demanda el funcionamiento de la Policía Federal en territorio porteño.
En las provincias admiten que «no es una buena señal» cambiar la coparticipación por decreto, según la coincidencia de opinión de varias administraciones provinciales. La decisión presidencial de generar un fondo para Buenos Aires con una detracción de la coparticipación de la jurisdicción porteña no cayó bien, más allá de que ningún peronista saldrá a criticarlo abiertamente. No avalan que los cambios a la coparticipación sean por decreto, pese a que el efecto de esta modificación sea neutral para los demás distritos
Durante la gestión anterior, el expresidente Mauricio Macri también aumentó por decreto la coparticipación a la Ciudad de 1,4 puntos a 3,75 cuando le transfirió la Policía, en 2016. Luego, ese ítem bajó a 3,5 puntos, por el pacto fiscal.
La ley de coparticipación que rige es anterior a la reforma de la Constitución de 1994, que ordenó sancionar otra norma, y aunque todos los presidentes prometieron avanzar, ninguno lo hizo hasta ahora.
Y si bien en las administraciones peronistas prefieren evitar las críticas directas a la Casa Rosada porque están negociando distintos tipos de ayuda y partidas en el presupuesto 2021, la medida no cayó bien.
Acumuladas a agosto, las transferencias totales (automáticas y no automáticas) del Estado nacional a las provincias y la Ciudad de Buenos Aires sumaron $1.567.110 millones, lo que implica un crecimiento interanual de 39,2% pero quedando debajo de la inflación.
Buenos Aires encabeza los envíos, con el 25,9% del total; la ventaja la saca en los giros por fuera de la coparticipación. De lo que recibió – según datos de la consultora Politikon 47,5% son transferencias no automáticas. Con el crecimiento de recursos de este año, indica el trabajo, Buenos Aires acortó «significativamente» la brecha con la Capital: en 2019 las transferencias per cápita a la Ciudad fueron de $19.937,9 millones contra $14.447 millones de la provincia. Este año son $25.159,6 millones frente a $23.103 millones.
