2 marzo, 2022
Con el acuerdo el acuerdo recién cerrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el presidente Alberto Fernández se presentó ante la Asamblea Legislativa con una prédica que parecía destinada a complacer los oídos de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Insistió que no se impondrá un ajuste fiscal sino que, por el contrario, impulsará una expansión del gasto real pese a la reducción gradual del déficit comprometida con el Fondo; negó cualquier intento de reforma previsional o laboral y, si bien admitió que las tarifas energéticas subirán más allá de lo anunciado, no escalarán al nivel que exigía el organismo internacional.
Fue un discurso largo, de poco más de una hora y media, anodino y contradictorio a juicio de la oposición. La vicepresidenta Cristina Kirchner siguió desde el estrado todo el discurso y acompañó a Fernández hasta la salida, con gestos amables pero con una frialdad difícil de ocultar.
El oficialismo, sin el entusiasmo de otras veces –de hecho, Máximo Kirchner pegó el faltazo-, solo estalló en aplausos cuando Fernández embistió contra el gobierno de su antecesor Mauricio Macri por el “desatino” de haber contraído una “deuda impagable” con el FMI de 57.000 millones de dólares en 2018.
“Nadie consultó al Congreso Nacional para tomar esta enorme deuda. En cambio, nosotros elevaremos los documentos que constituyan el Acuerdo al Congreso de la Nación con la totalidad de los detalles. Necesitamos que nos acompañen y apelo así al compromiso nacional de todos y todas”, enfatizó el primer mandatario.
Aquel fue el momento más tenso de la sesión. Cuando Fernández insistió en que la Justicia investigue aquel endeudamiento, la bancada de Pro liderada por Cristian Ritondo y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta –sentado en una de las hileras del palco- se retiraron del recinto. En cambio, el resto de los bloques que componen Juntos por el Cambio decidió permanecer en sus bancas, en tácito reproche por la actitud de sus socios.
“Ellos (por los legisladores de Pro) tenían pensado retirarse del recinto si Fernández iba con un discurso agresivo y hostil. No compartimos esa decisión, fue desproporcionada”, se quejaban, por lo bajo, distintos referentes de la coalición opositora al finalizar la sesión. Por ahora Juntos por el Cambio no modificará su postura de facilitar el debate del acuerdo con el FMI en el Congreso, anticiparon sus voceros, aunque admiten que el tono del presidente “no ayuda” a crear un clima de consenso cuando el texto definitivo ingrese en la Cámara de Diputados, cuyo arribo (demorado) se espera antes de que finalice esta semana.
“A partir de esta semana esperamos que esté en manos de los legisladores y las legisladoras nacionales considerar la aprobación del acuerdo que se alcance con el staff del FMI para dar previsibilidad a los argentinos y argentinas”, señaló Fernández.
Sobre el aumento de las tarifas energéticas, el presidente enfatizó que éstas se ubicarán “por debajo de la evolución de los salarios”. Según detallaron luego fuentes del Ministerio de Economía, este nuevo esquema establece que los sectores más vulnerables que reciben alguna protección social sólo recibirán de incremento el 20% ya anunciado, mientras que se impondrá tarifa plena (sin subsidios) para el decil más alto (10% de la población). El resto de los hogares recibirá un aumento por debajo del crecimiento de los salarios.
Así planteado, finalmente imperó la propuesta que elaboró el ministro Martín Guzmán, que se ubica en un punto medio entre las exigencias del FMI y el esquema elaborado por el kirchnerismo. Los funcionarios del área de Energía, que responden a Cristina Kirchner, pretendían que el aumento no excediera el 20%.
En otro pasaje de su discurso ante los legisladores, Fernández anunció también que había llegado a un acuerdo con China para aumentar el swap de divisas vigente y reforzar así las reservas del Banco Central. “China siempre nos ha ayudado en los momentos difíciles”, lanzó el jefe de Estado, que no hizo mención alguna al papel de los Estados Unidos para facilitar las negociaciones con el FMI.
*LN