19 enero, 2023
A CAMBIO, CHINA ESTÁ APORTANDO EL 48% DE LAS RESERVAS BRUTAS INTERNACIONALES QUE POSEE EL BANCO CENTRAL
Pese a que el gobierno nacional se había comprometido en impedir la instalación de una base del régimen chino en el sur argentino -argumentando cuestiones de soberanía- Tierra del Fuego avanza en la construcción de un “puerto multipropósito” en Río Grande. La empresa de Beijing que -en principio- está detrás del ambicioso plan es China Shaanxi Chemical Industry Group que además se comprometió a instalar una planta química y una central eléctrica en el mismo lugar.
Sin embargo, fuentes del sector aseguraron que resulta difícil de creer que una empresa química como aquella se dedique a la construcción de un puerto y que en cambio esa tarea estaría delegada a otro gigante controlado por el régimen: HydroChina Corp. “Esta empresa controlada por supuesto por el estado chino, está representada en Argentina por Shuiping Tu, un burócrata del Partido Comunista Chino”, señaló un especialista con acceso a información sensible sobre el proyecto, en estricto off the record.
“Bajo la excusa de un puerto, en realidad lo que China busca es construir una base naval con un muelle y salida al mar. Esto le permitirá a Beijing una puerta de entrada a la Antártida. También podrá monitorear el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, y las comunicaciones en todo el hemisferio”, agregó.
El documento fue firmado el pasado 7 de diciembre por el gobernador provincial Gustavo Melella, quien es un entusiasta promotor del desembarco chino en el sur. Llamativamente, no hizo mención de la rúbrica en sus cuentas oficiales, pese a que suele comunicar cada uno de sus pasos. Ahora será la Legislatura local la que deberá ratificar la decisión política del mandatario del Frente de Todos.
El “plan comercial” de China sería promovido tanto por el gobernador Melella como por el embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, con la displicencia del Gobierno Nacional.
Que se le permita a un país extranjero construir un puerto y base marítima propia en territorio argentino en plena Patagonia y en un lugar estratégico geopolítcamente hablando por tratarse del paso de los dos océanos es poco más que sospechoso, pese a que no es un secreto el especial entusiasmo oficialista con el régimen chino y su comunismo dictatorial. Tanto es así que el presidente Alberto Fernández llegó a comparar las políticas de Xi Jinping con el peronismo.
En septiembre la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China (NDRC, por sus siglas en inglés) presentó un borrador con un llamado “Plan de Cooperación” que estipula la creación de un grupo de trabajo para revisar y evaluar periódicamente la implementación de los proyectos estipulados. Son 14 por la Ruta de la Seda y 10 más de dos listados de la DECCE. Entre otras cosas están en juego las represas hidroléctricas en Santa Cruz, compra de equipamiento militar y aviones de combate por parte de Argentina y una serie de ‘colaboraciones’ estratégicas.
En noviembre el Gobierno argentino anunció un acuerdo con China para ampliar la disponibilidad de financiamiento de monedas que ambos países suscribieron en 2011, durante el gobierno de Cristina FK.
Este nuevo convenio de 2022 le permitió al país disponer de US$ 5 mil millones como reservas de libre disponibilidad. Es decir, que se podrán usar para intervenir en el mercado cambiario o afrontar importaciones y pagos de deuda. Actualmente, el swap con China representa el 48% de las reservas internacionales brutas que posee el Banco Central, unos US$ 38 mil millones. O sea, el costo del financiamiento que está consiguiendo Alberto Fernández, Sergio Massa y el gobierno del Frente de Todos bien podría interpretarse a costa de la entrada china en territorio patagónico.
China quiere poner un pie y una base marítima en América del Sur: una jugada geopolítica peligrosa del FdT que compromete a toda la Patagonia
De acuerdo al memorándum, China Shaanxi Chemical Industry Group se comprometerá en la “construcción de un proyecto con una capacidad anual de 600 mil toneladas de amoníaco sintético, 900 mil toneladas de urea y 100 mil toneladas de glisofato”. Pero más allá de esta producción, lo que más interés provoca en el régimen es cumplir con el sueño de contar con un puerto propio en la región más austral del planeta que en un futuro podría considerar como una puerta de entrada a la Antártida. Es por eso que el régimen se enfocará particularmente en levantar “una terminal portuaria multipropósito con recinto interno que permita el amarre de embarcaciones de 20 mil toneladas”.
Otra persona con conocimiento en el funcionamiento de puertos también se refirió al hecho y fue contundente sobre el “plan comercial” de China que promueve tanto el gobernador como el embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja. “Hacer un puerto en Tierra del Fuego no es rentable. No hay volumen, no hay escala, ni hay probabilidad de hacer una inversión que lo justifique”, indicó en reserva la fuente. Otro protagonista de los puertos nacionales aclara para que no queden dudas: “Los representantes chinos nunca quieren ganar plata. Siempre tienen un objetivo político”.
En el memorándum también queda claro que el “puerto multipropósito” de China será lo primero que se construirá, ya que “servirá para cubrir las necesidades locales y abastecer el propio proyecto”. Tanto interés despierta en Beijing la instalación de una base en Tierra del Fuego que hasta el propio embajador chino en Buenos Aires, Zou Xiaoli presionó al gobernador para que intercediera ante la Justicia local por las trabas jurídicas que impedían que se pusiera en marcha el proyecto.
Melella aseguró además que se pondría al frente para “completar las aprobaciones del proyecto a la mayor brevedad”. China Shaanxi Chemical Industry Group, en tanto, cumplirá con una doble misión: construir la base para buques de hasta 20 mil toneladas e “impulsar activamente a las empresas chinas a invertir en Tierra del Fuego” e “implementar la nueva filosofía corporativa de protección ambiental”.
A diversos actores de la industria portuaria les llamó la atención que el jefe del Ejecutivo provincial impulse un nuevo puerto en aquella ciudad teniendo en cuenta que ya hay uno del sector privado -con capitales argentinos y financiación extranjera- en marcha.
En ese sentido, cobra notoriedad también la empresa estatal que el gobernador del Frente de Todos creó en los últimos meses en materia energética: Terra Ignis Energía, una “mini YPF” de Tierra del Fuego. Con ella, aseguran, podría involucrar a los chinos en diferentes proyectos y negocios. Entre sus directores se destaca Carlos Carrera, ex ministro de Trabajo fueguino y marido de una legisladora clave de la provincia: Myriam Martínez. “Se viene la nueva HiFuSa”, ironizan en el sur. Es en mención a otra empresa estatal similar, sinónimo de corrupción en la provincia.
Los tiempos del gobernador parecen coincidir con una obsesión china: la Antártida. Pese a que es Usuhaia la ciudad base para transportarse hacia el polo sur y actúa como hub de otras naciones con bases allí, Beijing está empecinada en contar cada vez con mayor presencia en la región. Necesita desesperadamente un puerto que pueda controlar por completo.
En Río Grande, el régimen podría trabajar tranquilo. Nadie lo controlaría. “Va a ser una base como la de Neuquén, pero con salida al mar”, dice con maldad un conocedor del tema. Hace referencia a la Estación de Espacio Lejano ubicada en Bajada del Agrio. A sus instalaciones sólo ingresa personal militar chino para ver las estrellas. Irónico: en esa entrega de soberanía fue en el único tema que tanto el kirchnerismo como Juntos por el Cambio comulgaron de la mano.
Shaanxi Group es una empresa estatal de energía y química desarrollada por el Comité Provincial del Partido de Shaanxi y el gobierno provincial de aquel país para aplicar una estrategia de “Desarrollo Occidental”.
En septiembre pasado, el sitio Infobae ya había adelantado los planes de China para sumergirse de lleno en Tierra del Fuego. En aquella oportunidad, una investigación hecha por el periodista Andrés Klipphan había advertido sobre las irregularidades que se presentaban en torno a la presencia del régimen en aquella provincia austral de la Argentina.
Es que no es la primera vez que China tiene intención de levantar un puerto y un polo petroquímico allí. Ya en 2010 se había firmado un acuerdo para la construcción de un polo petroquímico y un puerto. El abandono del proyecto fue total. También de la población que había sido engañada.
En aquella oportunidad, el periodista Armando Cabral, amenazado varias veces por investigar este tipo de convenios y otros hechos de corrupción en la provincia, se refirió a las pretenciones chinas: “Los capitales chinos siempre han insistido con Tierra del Fuego. Creo que es más que nada porque es un lugar estratégico. Muy estratégico si tenés en cuenta que estás en el canal que une los dos océanos. Este es un lugar muy, muy estratégico. Es prácticamente virgen y por eso permanentemente están anunciando inversiones en Tierra del Fuego”.
El gobernador Gustavo Melella y el embajador en China, Vaca Narvaja los principales promotores del desembarco chino en Tierra del Fuego
En la provincia, cuando escuchan la palabra China, antes que inversión y progreso se la asocia a posibles hechos de corrupción, negociados y abandono. Argumentos sobran.
Desde el año 2004, durante la presidencia de Néstor Kirchner, y con Mario Jorge Colazo en la gobernación, comenzaron a coquetear con la supuesta gallina de los huevos de oro sin advertir que, a diferencia de otras naciones, los bancos o empresas chinas, detrás de las cuales está Beijing, optan por tomar garantías en forma de recursos naturales o la misma infraestructura que ayudaron a construir. Eso ya ocurrió en Tierra del Fuego con la empresa de capitales chinos Tierra del Fuego Energía y Química S.A que terminó en un escándalo judicial.
La sociedad anónima se había comprometido a realizar una inversión de más de 300 millones de dólares en un polo petroquímico para la explotación de gas y la fabricación de urea y un puerto, en el predio de la Estancia Las Violetas, ubicado en la ciudad industrial más grande de la provincia, Río Grande, pero incumplió con el convenio, plasmado en el decreto 2.374/10 por la gobernadora Fabiana Ríos (CC).
El convenio terminó en escándalo y con la rescisión de este “por culpa de la firma” asiática el 28 de julio de 2016 por parte de otra gobernadora, la actual diputada nacional Roxana Bertone (PJ).
Nada de lo que se comprometió a realizar la empresa se cumplió. Un equipo periodístico de Infobae fue testigo del abandono del lugar donde la compañía Tierra del Fuego Energía y Química S.A. debía realizar los trabajos y en los cuales ya habría invertido, según la documentación que obra en la justicia fueguina 170 millones de dólares.
Frente al sintomático dejar hacer nacional, el auditor general de la Nación Miguel Ángel Pichetto salió al cruce del gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y del Gobierno Nacional por el avance de laconstrucción de un puerto chino en esa provincia.
Pichetto rechazó la «presencia china en el sur argentino», luego de que se conociera la firma de un memorándum de entendimiento por parte de Melella con la empresa estatal china Shaanxi Chemical Industry Group.
«Ante la posibilidad de construcción de un puerto en Tierra del Fuego favorable a intereses chinos y de ciertos empresarios argentinos, es preocupante la ligereza con la que el gobernador Melella maneja el asunto y el aval del gobierno nacional», publicó Pichetto en su cuenta de la red social Twiiter.
«La construcción de este puerto introduce en un grave conflicto geopolítico y afecta nuestros intereses nacionales», afirmó el auditor general de la Nación Miguel Ángel Pichetto.
«No podemos permitir que la avaricia de empresarios privilegiados en Tierra del Fuego nos lleve a un escenario de complejidad en el Atlántico Sur», consideró el ex senador nacional.
«Si se consolida la presencia china en el sur argentino como apostadero y astillero de barcos con proyección en la Antártida, se afecta la soberanía y proyección argentina sobre dicho continente. También representa una amenaza para nuestra relación con los Estados Unidos», evaluó Pichetto.
Desde Chubut, por ahora la única voz consistente que se ha escuchado fue la de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras CAPIP, quien reiteró su enérgico rechazo a la posibilidad de otorgar un corredor marítimo a buques chinos que operan en milla 201 para recibir apoyo logístico en puertos argentinos.
Para CAPIP este puerto es una verdadera puerta de entrada a la pesca ilegal. «La presencia en aguas adyacentes a la ZEE nacional, de una flota de 350/450 buques extranjeros, principalmente integrada por buques de bandera china, opera sin ningún tipo de regulación ni consideración a elementales normas de conservación, demostrando un total desprecio por los intereses y derechos pesqueros argentinos, así como por los principios de pesca responsable y sustentable».
China necesita alimentar a sus 1.400 millones de habitantes, aproximadamente 1/5 parte de la población mundial, y el accionar de sus flotas depredadoras es sufrido en caladeros de todo el mundo. En la Milla 201 es recurrente el accionar de la pesca ilegal de recursos argentinos
«Esta flota china puede operar a pérdida, ya que esta subsidiada por su gobierno, y sin ningún respeto por tamaños, épocas de veda, etc. Lo que supone que pescan hasta que no queda un solo calamar en el mar».
«Los productos de estas flotas, compiten con los nuestros en los mercados internacionales, incluyendo el propio mercado chino, al cual entran sin el arancel que se aplica a nuestros productos. En los demás mercados ingresan a precios de dumping, desplazando las exportaciones argentinas».
«China es un reconocido protagonista y principal actor de La pesca Ilegal, No declarada y no Reglamentada (pesca INDNR o IUU)», afirman entre otras consideraciones la entidad que conjuntamente con Intercámaras vienen denunciando esta avanzada de China sobre el Atlántico Sur y el Mar Argentino.
Con esta nueva avanzada China pasaría a contar con una base marítima en el extremo Sur de América, pero además pasaría a contar con tres puntos de apoyo en Patagonia bajo bandera china: el puerto en Tierra del Fuego, la base espacial en Neuquén, la mina de hierro en Sierra Grande. Tres proyectos presuntamente de bajísima rentabilidad, pero de enormes ganancias estratégicas, políticas, de dominación territorial y de recursos naturales al fin de cuentas.
*IB/NA/LH/propias