«El problema de STIA es que utilizan los paros a la industria concentrada en Puerto Madryn para cuestionar medidas del gobierno con la que no están de acuerdo. Son acciones muy violentas impidiendo acceso a plantas y a exportar. Hace 20 días no dejaban ingresar langostinos frescos”, dijo el gerente de la CAPIP, Luis Pérez, a Infobae. Y lo más grave, agregó, es la actitud de los funcionarios, que ignoran reclamos administrativos y judiciales. “Hicimos denuncias penales en juzgados locales y en el federal y presentación en la secretaría de Trabajo de la Provincia, pero no se acercó ningún fiscal o inspector a verificarlas, aunque tenemos pruebas, además de ser un hecho público”, contó Pérez, quien precisó que la CAPIP agrupa a 17 empresas, 13 plantas procesadoras y 70 embarcaciones que emplean 7.000 personas e involucran hasta 17.000 si se tienen en cuenta trabajos indirectos (estiba, transporte, mecánicos).
Un estudio realizado para una de las Cámaras pesqueras precisa el peso del sector para Chubut
Básicamente, el sindicato dice que no permitirá la zafra del langostino si las empresas no se dedican también a la merluza. “Mostramos con datos que con los aumentos de combustibles, cartón y nylon, hoy la merluza da pérdida. Por eso no se produce, al menos en Chubut. Las dos pesqueras más grandes que se dedicaban a la merluza, Harengus y Alpesca, quebraron, al igual que Poseidón y otras pesqueras más chicas. “No es capricho, si las empresas vieran que la merluza es un negocio rentable, lo harían. Pero no es así. Hay muchos factores. STIA no quiere hablar de productividad. Es todo fijo por hora y así no hay manera de compensar costos. Con el atraso cambiario y aumento de costos que tenemos no es posible hacer merluza en Chubut».
Todos los exportadores van a tener problemas si se profundiza el atraso cambiario, dijo Pérez. El langostino, en cambio, “todavía da ganancias”. La temporada “de tierra” del langostino (pesca en aguas provinciales, hasta 12 millas de la costa, y procesamiento en plantas terrestres) está cerrando y la más intensa, mar adentro, se intensifica a partir de mediados de mayo. Como ya se dijo, el langostino aporta más del 60% de las exportaciones totales del sector.
«Todos los exportadores van a tener problemas si se profundiza el atraso cambiario», dijo Luis Pérez (Reuters)
“Últimamente vemos cierto grado de prepotencia sindical, sobre todo en el sur. Es cierto que la inflación afecta el bolsillo de los trabajadores, pero hoy los de la pesca tienen el segundo nivel de ingresos más alto (después de los petroleros)”, dijo por su parte Juan Pablo Basavilbaso, director general de Iberconsa, la mayor productora de langostino y merluza del país, y la segunda de calamar, el otro caballito de batalla de las exportaciones del Mar Argentino. “Los gremios pretenden que el personal de zafra tenga trabajo todo el año, pero para los negocios de zafra no podemos. Lo podés hacer un mes (fuera de temporada) y perdés, y al tercero te fundís. Los pedidos son desmedidos y el bloqueo de exportaciones es grave.”, subrayó Basavilbaso a Infobae.
Vemos cierto grado de prepotencia sindical, sobre todo en el sur. Es cierto que la inflación afecta el bolsillo de los trabajadores, pero los de la pesca tienen el segundo nivel de ingresos más alto (Basavilbaso)
De vuelta, se trata de una cuestión de mayor peso en las provincias del sur patagónico. Un estudio sobre empleo y salarios en base a datos del Ministerio de Trabajo realizado por el economista Fabián Pettigrew para la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca) precisa que la pesca explica el 9,3% del empleo en Chubut y 8,2% en Santa Cruz (contra, por caso, 0,45% en la provincia de Buenos Aires.
En el segundo trimestre de 2021, agrega el estudio, el salario promedio de los empleos en la pesca en Chubut ($133.652) era 43% superior al promedio provincial ($93.660), mientras en Santa Cruz las cifras eran, respectivamente, $173.611 y $86.610, una brecha del 100 por ciento.
Los Ministerios de Seguridad y de Agroindustria nacionales interceptaron al buque Playa Pesmar Uno, mientras pescaba ilegalmente en mar argentino
En un bloqueo, hace una semana, dijo Basavilbaso, Iberconsa perdió el turno de envío de 15 contenedores (unos USD 1,5 millones) y lo mismo le pasó a otras empresas. Ahora, con suerte, la mercadería saldrá en un mes, cuando pase el próximo barco mercante. “Se complica mucho la ingeniería financiera: si no exportás, no cobrás y se hace difícil pagar. A todas las compañías les pasa, dijo el empresario, que reconoció que irán a la próxima gran feria internacional del sector, en Barcelona “con bastante miedo”.
Doble proceso inflacionario
“El langostino no es un producto de primera necesidad, y con la pandemia, ahora la guerra, la inflación, la caída del euro respecto del dólar, la demanda, habrá que ver cómo reacciona la demanda europea, concentrada en el verano boreal. “La Subsecretaría de Pesca de Nación siempre nos apoya, pero hay decisiones macro que ellos no pueden revertir, hoy tenemos un doble proceso inflacionario, inflación local arriba del 60% y superior a la devaluación, y aumento de materia prima en dólares, implica una pérdida de competitividad muy fuerte”, agregó el directivo, que está en proceso de certificación del MSC (Marine Stedwardshipo Council, suerte de regla IRAM de los productos pesqueros) para el langostino, calamar y merluza de Iberconsa.
Entre septiembre de 2021 y abril 2022 el precio del gasoil, insumo clave para la flota, aumentó 58% en Mar del Plata, 55% en Puerto Deseado y 61% en Caleta Olivia, contra 13% del dólar oficial
En base a datos del Indec, del Banco Central y de las empresas para algunos costos de los buques “tangoneros” (los que capturan langostino), Pettigrew precisó, en otro estudio para Capeca, que entre septiembre de 2021 y abril 2022 el precio del gasoil, insumo clave para la flota, aumentó 58% en Mar del Plata, 55% en Puerto Deseado y 61% en Caleta Olivia, contra 13% del dólar oficial.
Por otra parte, entre enero de 2020 y marzo de 2022 un tanque de 205 litros de aceite Extravida aumentó 76% y el “Disola” 84%, en comparación con 30% que subió el tipo de cambio oficial. De los estuches para la presentación y exportación, entre enero 2020 y marzo 2022, la tapa aumentó 87% y la base 100%, contra 83% del dólar, y en el mismo período el sulfito, otro insumo de peso, aumentó 115 por ciento.
Damián Santos gerente general de Pesquera San Isidro, con sede en Puerto Madryn, plantas procesadoras en Río Negro y acuicultura de truchas en Neuquén, explicó a Infobae que la guerra deterioró el “mercado de tierra” (exportación de especies capturadas en aguas provinciales), del que Rusia era el principal cliente. En los próximos meses la clave es el langostino, tanto con congeladores (procesamiento a bordo, para exportación en cajas de dos kilos, uno de los productos de mejor precio) como fresqueros. El mercado internacional es complicado, contó: cuando un cliente grande deja de comprar, otros lo siguen, a la espera de que el precio se desplome.
El mercado internacional es complicado, contó: cuando un cliente grande deja de comprar, otros lo siguen, a la espera de que el precio se desplome
La pesca y congelado a bordo, dijo Santos, recién está arrancando. “Se está viendo baja del precio, por la debilidad del euro, aumento de combustibles y de fletes. Como no pueden trasladar eso a góndola, nos bajan el precio en origen, y aquí tenemos problema de costos, por una inflación tan alta en dólares”, explica. Encima de ese cóctel, agrega Santos, “las protestas gremiales nos quitan la poca previsibilidad que nos queda”. Los reclamos gremiales, dijo a Infobae, “tienen que ser dentro del marco de la racionalidad y las normas, no con piquetes que hacen que se pudra la materia prima, no se pueda exportar, se incumplan contratos y haya que pagar multas muy importantes”.
“El piquete como metodología de protesta desalienta cualquier posibilidad de Valor Agregado. Hablan mucho de eso, pero para hacer productos de más Valor Agregado hay que firmar contratos que son muy gravosos si se incumplen”, explicó.
Un estudio de marzo de 2021 por parte del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, que encabeza Matías Kulfas, enfatiza el enorme “potencial exportador” de la Argentina. Un potencial contra el que conspiran la macroeconomía, los manotazos impositivos y los Moyano de mar y tierra
«En abril tuvimos un piquete que hizo que no llegue materia prima a la planta, y en un día, día y medio, el langostino pierde calidad. A veces nos enteramos a la noche que al otro día no podemos cargar”, dijo Santos, y apuntó otro factor de “imprevisibilidad”, el impositivo; este mismo año en Chubut hubo aumento de Ingresos Brutos y tasas municipales. «Todo afecta la rentabilidad y posibilidad de crecer. Nuestro país tiene poca o nula financiación. Crecer exige capital propio. Y si a uno le van sacando capital propio con goteo impositivo, aggiornarse o mantener óptimas las unidades productivos es muy difícil”, concluyó.
El piquete como metodología de protesta desalienta cualquier posibilidad de Valor Agregado. Hablan mucho de eso, pero para hacer productos de más Valor Agregado hay que firmar contratos que son muy gravosos si se incumplen (Santos)
El estado argentino aporta otra “imprevisibilidad”, la falta de un “plan de manejo” del langostino, en deuda desde la sanción de una ley al respecto, en 2018.
A pesar de todo, y de centenares de buques extranjeros que con puntual recurrencia, sea al borde o dentro de las 200 millas desde la costa, depredan el Mar Argentino, nuestro país ha logrado posicionarse como exportador pesquero. Un estudio precisa al respecto que hasta 2019 la Argentina ocupaba el puesto 13 del ranking de proveedores, con 2% de las ventas mundiales, cuatro veces más que su peso en las exportaciones globales.
El estudio fue publicado en marzo de 2021 por el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, que encabeza Matías Kulfas, y enfatiza el enorme “potencial exportador” de la Argentina. Un potencial contra el que conspiran la macroeconomía, los manotazos impositivos y los Moyano de mar y tierra.