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30 marzo, 2021

Afirman que Cristóbal López volvería al mercado de los combustibles y la minería

El empresario avanza favorablemente con las acciones judiciales que solicitan levantar la quiebra de la empresa y regularizar sus deudas, especialmente con la AFIP y retomar el comando de un verdadero imperio y entramado de negocios.

Esta semana otra vez volvió a desafiar a Macri a un debate público e incluso lo apabulló en las redes sociales con observaciones sobre la victimización del expresidente por causas en su contra.

En ese marco, Cristóbal López reclama la devolución de las principales compañías que formaron parte del Grupo Indalo, en especial, Oil Combustibles, aunque también figuran otras como Alcalis de la Patagonia (ALPAT) con la que había ampliado desde hace unos seis años sus negocios en la producción de carbonato de sodio casi de manera monopólica, al ser el único productor de Sudamérica y controlar el 70% del market share local.

 

“Ahora recuperamos la libertad, el segundo paso será recuperar el manejo de las empresas. Cuando tengamos el manejo de las empresas, pagaremos todo lo que debemos“, dijo Cristóbal López horas después de ser liberado del penal de Ezeiza, el 8 de octubre del 2019, quien estuvo preso en el marco de la causa “de los Cuadernos”.

 

Con el correr de los meses, su promesa está adquiriendo forma. El empresario, por un lado, mantiene un juicio penal contra el expresidente Mauricio Macri por la supuesta quiebra del Grupo Indalo. Por otro lado, avanza favorablemente ante la justicia comercial en el levantamiento de la quiebra de sus empresas y se inicie un procedimiento que permitiría cancelar sus deudas.

López “está deseoso de recuperar todas las empresas, en el momento que se pueda”, confió recientemente al sitio  surtidores.com.ar una fuente muy cercana del empresario.

Sin embargo, explica que es difícil que Oil Combustibles pueda reconquistar su cadena de operación en el sector downstream, ya que se encuentra “desguazada”. Tanto su refinería ubicada en la ciudad de San Lorenzo como sus 220 bocas de expendio han sido vendidas y han cambiado de bandera.

No obstante, no se descarta que López, de conseguir una indemnización del Estado a causa del quiebre forzoso de sus empresas, intente volver a insertarse en este sector.

Por lo pronto es más probable que el empresario siga desarrollándose en el área de servicios del upstream, a través de las empresas South Media Investment; Oil M&S; Petrolera Cerro Negro; CPC; Urbanizadora GEA y Alcalis de la Patagonia.

Minería, ‘ni’

 

Mientras el empresario se ha manifestado abiertamente en Chubut en contra del proyecto de zonificación minera, en la práctica mantiene negocios vinculados. Con Alcaliz de la Patagonia (Alpat), cuya sede está en Río Negro, López venía controlando la única planta de producción de carbonato de sodio en Sudamérica y abastece aproximadamente el 70% de la demanda nacional.

El producto se obtiene del cloruro de sodio (sal común), el amoníaco y el carbonato de calcio (piedra caliza). El principal mercado está en la industria del vidrio, aunque también se utiliza en productos químicos, detergentes en polvo, en la industria del papel, la metalúrgica y hasta las drogas ilegales.

Esta firma poseía 500 empleados al momento de su intervención y también exportaba a Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

En el año 2014, López definió una inversión de u$s 100 millones para expandir su capacidad productiva y sumar la elaboración de bicarbonato de sodio o soda cáustica, usado en la industria alimenticia, farmacéutica y química.

De ese monto había anunciado destinar u$s 52,9 millones de los u$s 100 millones para comprar una planta de cogeneración de energía proveniente de Bélgica compuesta por una turbina y una caldera como piezas centrales. Si bien el objetivo central era aumentar la capacidad productiva de Alpat, el empresario también buscaba generar energía eléctrica para que, en un futuro, pueda sumarse al sistema interconectado nacional.

Con ese fin, Alpat venía encarando un proceso para la implementación de este sistema de co-generación mediante el cual se obtiene, de manera simultánea, energía eléctrica y térmica. El plan era que Alpat pasara a generar 50 MW de potencia, cuya energía será inyectada al Mercado Eléctrico Mayorista, previa construcción de una línea de alta tensión que sería conectada al Sistema Patagónico.

Mucho de esos planes quedaron truncos o a mitad de camino a partir del proceso judicial que lo llevó varios meses a prisión, y signó la intervención de sus firmas. Un camino que comenzó a desandar ahora con verdadera obsesión y diligentes resultados, apuntando de lleno y públicamente por las responsabilidades ‘persecutorias’ en su contra, al expresidente Mauricio Macri.

 

*EC, AF, S