27 noviembre, 2020
Ya hace meses empezó el faltante de algunos insumos para la construcción. Las expectativas de devaluación no solo alimentaron el adelanto de importaciones, sino la retención de stocks para asegurárselos en pesos a menor precio. No es exclusivo de la construcción, pero por su rol estratégico en la recuperación económica, el gobierno los puso en la mira y ahora Alberto Fernández amenaza con aplicarles la Ley de Abastecimiento.
«En este contexto de crisis, no vamos a permitir especulaciones que ponen en riesgo la reactivación económica», dijo este miércoles el ministro Gabriel Katopodis.
Vamos a aplicar una ley que está vigente frente a dos situaciones muy concretas: el incremento de precios absolutamente injustificado y la falta de abastecimiento en algunos insumos
El atesoramiento en cualquier cosa que se parezca a los dólares ya era un fenómeno que marcaba a varios sectores y que se incrementó en el mes de septiembre con las renovadas restricciones del Banco Central para acceder al mercado oficial de dólares. Los ladrillos siempre fueron una alternativa de ahorro y por eso el sector de la construcción no fue la excepción.
Parcialmente frenado por la cuarentena y con un bache en el esquema de producción por la suspensión de actividades en plantas claves para la producción de insumos, el stock se fue agotando durante la cuarentena tanto en corralones como en ferreterías. Conforme se fue reactivando la actividad, algunos de los faltantes empezaron a reponerse y otros, que devinieron en una pulseada entre constructoras y corralones.
Es que si bien la construcción sigue parada en mayor parte del país, algunos insumos siguen escaseando, como el hierro para hormigón armado y el cemento. Y de la mano de la escasez, van los precios. En el último relevamiento del Costo de la Construcción del Indec, los materiales anotaron un alza mensual del 7,8%. El hierro para la construcción subió 16,5% en un mes.
Ya en el Coloquio de IDEA hubo planteos cruzados entre empresarios por algunos faltantes y las explicaciones apuntaron a corralones y constructoras por acaparar material para defenderse de una posible devaluación y aprovechar que el costo en dólares llegaba a mínimos históricos.
En este sentido, desde los bancos también apuntaron a que la construcción podría ser un camino alternativo para conducir la demanda de cobertura contra la devaluación más asequible al público general que los bonos dollar-linked o instrumentos sofisticados de cobertura.
En cambio desde las constructoras, se defienden y apuntan a que la escasez de insumos es propia del parate de la industria por la cuarentena. Pedro Brandi, presidente de Grupo Construya, en el último encuentro sectorial señaló que los problemas actuales se vinculan a que las fábricas y comercios agotaron sus existencias por la muy baja fabricación entre marzo y junio, además de las restricciones operativas actuales por cuestiones sanitarias que afectan significativamente la productividad de las fábricas y, en menor medida, demoras en el transporte por la implementación de protocolos.
«La actual situación de bajas existencias en comercios y fábricas en simultáneo con una alta demanda de materiales y menor productividad de las fábricas es lo que produce faltantes en algunos casos», señalaron desde Construya al tiempo que destacaron el despacho de materiales a sólo a 4,4% del récord histórico de noviembre de 2017.
Con la reanudación de 700 obras en todo el país en el último mes, los faltantes para la construcción se hicieron sentir incluso más. A la sobredemanda del sector privado ahora se sumó la demanda del sector público y enseguida se trasladó a precios: el acero conformado subió 16,3%, el cemento portland y la arena fina anotaron un alza del 10% y el 8,9% respectivamente; y el ladrillo hueco se disparó 17,9% en un mes.
En particular en los insumos importados como repuestos para maquinaria algunos proveedores no tienen lista de precios porque no saben cuál será el valor de reposición. Lo mismo con los exportables cuyos precios siguen al mercado internacional como en el caso de las piezas de acero.
«El incremento en la demanda de materiales es una muy buena noticia porque genera muchos puestos de trabajo. Pero en la construcción, el 90 % de los insumos son nacionales y no hay ninguna explicación para que se esté especulando con los precios y en el valor del dólar», concluyó Katopodis en la entrevista radial.
Pero lo cierto es que la suba de la demanda no tuvo su correlato en la actividad. Los datos del Indec apuntan a una caída del 28,1% interanual en el nivel de actividad sectorial. Esto también lo refleja el costo de la mano de obra que -frente a una inflación acumulada del 26,9%- solo subió 7,9%. En tanto que los materiales acumularon un alza del 44,1% en lo que va del año y del 54,1% respecto de octubre del año pasado.
Cabe aclarar que el control de las cadenas de valor estará a cargo de Kulfas y en particular de Paula Español, la secretaria de Comercio, aseguraron a LPO desde el Ministerio de Obras Públicas.
«Nosotros armamos la mesa de trabajo con la Camarco y con la Uocra para controlar que no haya faltantes por especulación en los materiales de construcción, que mayormente no están atados al precio del dólar. También está conversado con gobernadores e intendentes, pero el poder de policía lo tiene el Ministerio de Producción», dijeron.
Para evitar nuevas disparadas en los precios de los insumos sectoriales, «Vamos a tener que marcar más de cerca a los jugadores, de todos los insumos y de todas las cadenas de valor», agregaron.
*LPO