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23 marzo, 2022

Acuicultura: inauguraron la primera planta para faenar truchas de exportación en Neuquén

La planta de Piedra del Águila permitirá alcanzar este año una cosecha de 2.000 toneladas libres de antibióticos. Fue concesionada a Idris Patagonia SA, una empresa que también opera en Chile y Perú.

El gobierno provincial y la concesionaria Idris Patagonia SA inauguraron ayer formalmente la planta de procesamiento de pescados de Piedra del Águila con la que esperan producir a fin de año 2.000 toneladas de truchas libres de antibióticos para el mercado de exportación. El complejo de unos 1.000 metros cuadrados de construcción ya permite faenar y eviscerar los salmónidos que llegan desde el embalse sobre el río Limay y, para junio, incorporará el proceso de fileteado que hoy se realiza en Puerto Montt, Chile.

El ministro de Producción, Facundo López Raggi, lo definió ayer como “un hito para el desarrollo acuícola de la provincia y a nivel país” durante el acto que encabezó el gobernador Omar Gutiérrez y del que participaron intendentes de la zona, autoridades del Senasa y del ministerio de Agricultura de la Nación.

La planta demandó a la provincia una inversión superior a los 33 millones de pesos y fue concesionada a Idris Patagonia, una empresa del grupo chileno Mar Andino que comprometió una inversión de 12 millones de dólares en los próximos 20 años. Actualmente emplea a 120 trabajadores, “la mayoría mujeres” y de la zona de Piedra del Águila y alrededores.

Para el 2030, su objetivo es llegar a una producción de 15.000 toneladas con una planta de 400 empleados directos.

“Hoy producimos truchas enteras, de un promedio de 3 kilos, que se evisceran, se acondicionan, se refrigeran y se exportan a Chile, que es un lugar de tránsito donde se filetean, para partir de ahí a Japón y Estados Unidos”, explicó el country manager de la firma, Lucas Maglio.

Dijo que para este año esperan una cosecha de 2.000 toneladas, lo que equivale a 1.700 de producto HON (enteras, sin vísceras), cuyo valor hoy se calcula entre 3 y 4 dólares cada una. “La orientación es netamente de exportación”, afirmó.

La empresa ahora está presentando la documentación al Senasa para poder completar el proceso de fileteado, a mitad de año, para lo cual también necesitará implementar mesas específicas en la sala de elaboración.

En la planta hoy se realiza, además del eviscerado, la producción de hielo para refrigeración de los pescados y la reutilización de residuos para distintos fines. (Ver aparte).

Gutiérrez destacó que las condiciones del lugar permiten que los salmónidos recorran solo 25 minutos desde que salen del lago hasta la planta, “algo que no existe en el mundo” y destacó al grupo inversor que “se la jugó en más de una oportunidad” y “enfrentó cambios de clima y situaciones políticas coyunturales”.

“Estamos en una zona que alguna vez fue ninguneada como que no tenía futuro y hoy es parte del Corredor Productivo del Viento”, destacó. “Mucha gente de Piedra del Águila que no tenía laburo, hoy lo tiene”, sostuvo.

El proyecto también logró incluir a Santo Tomás, una localidad a menos de 40 kilómetros, con la instalación del centro cuarentenario para las ovas que se importan de Dinamarca y Estados Unidos. Esa decisión también permitió disipar las alertas que había emitido la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) sobre posible riesgo ambiental para el estatus sanitario del embalse Alicurá.

Álamos y comida para gatos, el resultado de los residuos

 

El country manager de Idris Patagonia, Lucas Maglio, aseguró que la firma logró una planta de “cero residuos”, dado que tiene autorizada la reutilización tanto los residuos líquidos como de las vísceras que se obtienen de los pescados.

En el caso de los primeros, indicó que están aprobados para usarse para riego. “Aportar agua en un ambiente así genera vegetación muy rápido. En el lote que está al lado, empezamos a plantar avellanos, álamos, lo mismo que en Santo Tomás, y vamos a generar lo que se podría decir economía circular, porque después esos álamos los queremos usar para ahumar nuestras truchas el día de mañana”, explicó.

En cuanto a las vísceras, Maglio indicó que van a un proceso de hidrólisis controlada que le aporta enzimas específicas para separar las grasas de la fracción hidrosoluble o acuosa. “Con lo primero se hace aceite y lo segundo se seca para obtener una harina con alto contenido de proteína que sirve para el mercado de alimento de mascotas, principalmente para gatos”, detalló.

 

*RN/by A. Durán