14 agosto, 2022
Este lunes se cumplen 50 años de la Masacre de Trelew y el asesinato de 16 presos políticos: los actos
La conocida como «Masacre de Trelew» se dió al producirse una fuga masiva de presos políticos alojados en la cárcel de Rawson. Los máximos dirigentes huyeron en avión a Chile, y a quienes no pudieron embarcar los asesinaron en sus celdas pocos días después.Los familiares de los asesinados en 1972 aún reclaman justicia.
Al cumplirse el 50 aniversario de la denominada Masacre de Trelew, se recordará este lunes a los 16 dirigentes fusilados en el penal de Rawson el 22 de agosto de 1972.
La mayoría de las víctimas de los fusilamientos eran militantes de las organizaciones armadas Montoneros y Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP), y los responsables directos de haber aplicado la llamada «ley de fuga», fueron juzgados y condenados.
Las actividades se iniciarán este lunes a las 15:30 en la Unidad 6, de Rawson, con Radio Abierta y muraleada; en tanto a las 19 se hará una caravana a Trelew por Ruta Provincial 7; y a las 20 en el Hotel Touring Club la proyección del documental «Ni olvido ni perdón», de Raymundo Gleyzer.
El cronograma seguirá el sábado 20 a las 16 en el Aeropuerto Viejo con la presentación del colectivo «Bordando luchas de ayer y de hoy», y en el mismo lugar a las 18 la charla debate: «Memorias de lucha», con un panel de varios participantes.
Otra de las actividades será el domingo 21 a las 18, en el Comedor Universitario «Luis Yllana», con la charla debate «Chubut: pueblo que lucha. Memorias en presente», con un panel de varios participantes. Se finalizará el lunes 22 a las 15:30 concentración en el comedor universitario, para una movilización al Aeropuerto Viejo a las 16 horas, realizándose allí a las 17 el acto recordatorio de La Masacre de Trelew.
En tanto, una de las convocatorias de este lunes, se llevará a cabo en el llamado Edificio Cuatro Columnas de la ESMA en Buenos Aires, a partir de las 14, y tiene como propósito rendir homenaje a todos los que protagonizaron aquella fuga, ocurrida durante la dictadura militar del general Alejandro Agustín Lanusse.
«Convocamos a un acto homenaje a los Mártires de Trelew, a todos los compañeros y compañeras partícipes de las históricas jornadas del 15 y el 22 de agosto de 1972», señala el comunicado de los organismos organizadores.
El acto contará con la presencia del único sobreviviente del grupo, Fernando Vaca Narvaja: Raquel Camps, hija de Miguel Camps, gravemente herido en Trelew y desaparecido en la última dictadura; el secretario de ATE nacional, Hugo Cachorro Godoy y sobrevivientes del ex Centro Clandestino de detención de la ESMA, entre otros.
«Agrupaciones y referentes políticos, estudiantiles y gremiales, reafirmaremos el espíritu de unidad y solidaridad de quienes, en las condiciones mas extremas, decidieron arriesgar todo para reintegrarse a la militancia activa contra la dictadura», destaca el comunicado.
El 22 de Agosto de 1972 fueron masacrados por la dictadura militar de Lanusse 16 militantes de ERP, FAR y Montoneros, luego de un operativo de fuga del Penal de Alta seguridad de Rawson.
Bajo una clara estrategia del gobierno de Lanusse de llevar a los militantes de todo el país a la Patagonia Austral, en ese momento pensada como “Tierra de nadie”. Sin comunicación y sin presuntas “posibilidades de fuga”. Pero los milicos se habían equivocado.
El 15 de Agosto se llevó a cabo un plan de fuga de los presos políticos aunque poco se conoce en detalle de cómo lograron llegar de Rawson a Trelew (20 Kilómetros). Ese precisamente sería el escollo para que parte del plan fallara producto de desinteligencia con los transportes que los dirigirían al Aeropuerto de Trelew, por lo que sólo los 6 dirigentes más importantes lograron tomar el avión a Chile para ser resguardados por el gobierno de Salvador Allende.
Los 19 restantes llegaron en taxi pero tarde para embarcar, el avión ya despegaba. Aislados en el aeropuerto quedaron sin cobertura; y entonces tomaron la terminal aérea.
Se produjo entonces una dura negociación donde varios dirigentes civiles trataron de mediar y salir de garantes para evitar lo peor. Entre ellos estaban el exgobernador radical doctor Atilio Oscar Viglione; el juez federal Alejando Godoy; su secretario González Gass; el desaperecido doctor Mario Abel Amaya; el director del diario Jornada Bernardo Feldman; el periodista y posterior director de LU17 Héctor Pépe Castro, el subdirector de diario El Chubut doctor Adolfo Samyn; el periodista Daniel Carreras, todos ellos ya fallecidos.
Tras el dramático intento que los presos políticos fueran violentados luego del intento de fuga y en medio de un gobierno militar sin miramientos, los detenidos y los actores sociales que actuaban de garantes pidieron que fueran trasladados nuevamente a Rawson, a lo que teóricamente los miltares accedieron. Sin embargo aduciendo una contraorden, una vez bajados del micro los civiles, los presos fueron redirigidos a la Base Aeronaval Almirante Zar cercana al Aerpuerto de Trelew.
A partir de este momento, los presos políticos comenzaron a figurarse que había una maniobra del Estado, porque pasaban los días y no los trasladaban nuevamente al Penal de Rawson. La tensión inundaba el ambiente.
Estuvieron esos cinco días en el penal, siendo sometidos constantemente por el capitán Sosa y el teniente Roberto Bravo. En el libro de Paco Urondo, los tres sobrevivientes de la masacre cuentan en la entrevista el trato de los militares hacia ellos.
Sorpresivamente, más allá de ser considerados “extremistas” y “terroristas”, recibieron el apoyo del pueblo (detalle a tener en cuenta, de un pueblo como Trelew) en incontables ocasiones. El pueblo mismo tenía una dura experiencia de violencia militar y de lucha que venían haciendo por sí mismos.
El 22 de Agosto a la madrugada es cuando finalmente decidieron sacar a los presos de sus celdas y hacerlos formar con el mentón tocando el pecho. La maniobra era inusual, en conjunto con lo que venían escuchando por parte de los militares. “Ya van a ver lo que es meterse con la Marina”, “al terror se lo combate con terror”, mientras los provocaban, obligándolos a repetir “yo no soy un guerrillero, yo amo a las fuerzas armadas de mi país”. La idea de un tiroteo estaba presente.
Hasta que finalmente la pesadilla se hizo tangible; ráfagas de balas comenzaron a llegar desde ambos costados del pasillo, donde los tenían formados. Tres lograron ponerse cuerpo a tierra, a pesar de haber recibido el impacto de varios balazos. Escucharon el remate a compañeros que aún estaban vivos, pero no fue lo único que llegó a sus oídos. Sosa y Bravo se decían “Bueno, ustedes ya saben lo que pasó, ¿no?”.
Los sobrevivientes, en ese momento seis, fueron trasladados a Bahía Blanca. Pero la operación tardó tanto, que murieron en el transcurso tres de ellos. Finalmente, entre interrogatorios que se dieron en el hospital de la Base militar de esa misma ciudad, lograron comprender lo que Sosa y Bravo se habían estado diciendo: los medios hegemónicos comenzaron a largar notas explicando la situación; para todo el mundo, los presuntos “terroristas” habían tenido un nuevo intento de fuga a partir del robo de un arma, y los militares no habían tenido otra opción más que asesinarlos.
En resumen, las operaciones del gobierno de Lanusse fueron un palpitar de lo que se venía. Las represiones no eran solamente una represión específica a la guerrilla, sino a todo el pueblo movilizado luego de la gesta del Cordobazo. Pero este ataque fue prueba de que al pueblo no se lo puede callar con balas, de que la lucha continuó y continúa.
La misma noche del 22, el gobierno sancionó la ley 19.797 que prohibía toda difusión de información sobre organizaciones guerrilleras. Ésto provocó el descontento popular y diversas manifestaciones en distintos lugares de Argentina. Llegó el Trelewazo, 11 de Octubre del mismo año, con los principales objetivos de liberar a los detenidos en el penal de Villa Devoto por la «Operación Vigilante», mientras se reclamaba justicia por las víctimas de la Masacre de Trelew y la libertad de Mario Abel Amaya.
María Antonia Berger (FAR), Alberto Miguel Camps (FAR) y Ricardo René Haidar (Montoneros) fueron desaparecidos durante el régimen cívico-militar de Videla. Es por ellos, que se conoce la verdad de esta historia, un episodio sangriento de la lucha de clases de nuestro país. El 22 de agosto es un día más de lucha, que está en nuestras manos mantener presente. En la Patagonia y en toda la Argentina, es preciso recordar las palabras que escribió Berger en su celda, con su propia sangre, luego de los disparos: “L.O.M.J.E”, libres o muertos, jamás esclavos.
*LID/ By Carolina Carpat
