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28 julio, 2023

Abuelas recuperó al nieto 133, heredero de un apellido icónico de la lucha revolucionaria: Santucho

La familia, tradicional de Santiago del Estero, protagonizó gran parte de la resistencia a la dictadura militar y sufrió las consecuencias.

El nieto recuperado 133 es heredero de un apellido icónico de la lucha revolucionaria en la Argentina y parte de una familia diezmada por la última dictadura militar, los Santucho.

Se trata del hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho, el menor de la destacada familia santiagueña: el nieto recuperado es sobrino del legendario Mario Roberto Santucho, líder del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

El hombre también es nieto de la cofundadora de Abuelas de Plaza de Mayo Nélida Gómez de Navajas, fallecida en 2012.

 

Durante la presentación de la recuperación, la titular de la CoNaDi, Claudia Carlotto, destacó que los Santucho fueron «una familia enorme, atravesada por el terrorismo de Estado y también por una historia de lucha».

Miguel el «Tano» Santucho habla sobre su hermano recuperado junto a su padre, Julio./ Imagen: Bernardino Avila/P/12 

 

El hijo 133

El nieto restituido (48), cuyo nombre aún no fue dado a conocer, tiene dos hijos. Fue anoticiado de su identidad el 26 de julio pasado por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y ya se reunió con su padre y sus hermanos, Miguel y Camilo.

Según la reconstrucción de su historia, aún no había nacido cuando su madre fue desaparecida el 13 de julio de 1976 por una patota del Ejército conducido por el gobierno militar de facto.

Cristina Navajas nació en 1949 en la Ciudad de Buenos Aires. Tenía 26 años al momento de su secuestro, era maestra y estudiante de sociología en la Universidad Católica Argentina (UCA).

En esa universidad se conoció con Julio Santucho, séptimo hijo de una familia de diez hermanos cuyo hermano due un dirigente clave del PRT y del ERP.

Julio, quien estuvo en la conferencia donde se presentó la restitución de identidad, había sido pupilo de un colegio católico y luego seminarista para ser sacerdote. Pero cuando conoció a Julia abandonó esa vocación.

La pareja, que militaba en el PRT, tuvo dos hijos, que estuvieron presentes en el momento en que su madre fue secuestrada de la casa de su cuñada, Manuela, en la calle Warnes 735, donde se encontraba de casualidad junto a otra compañera de la organización, Alicia Raquel D´Ambra.

 

El secuestro de Cristina embarazada

Julio se encontraba en Italia y allí se enteró del secuestro de Cristina pero aún no de su embarazo. Se supo que ella esperaba un nuevo hijo poco tiempo después, cuando su madre Nélida encontró una carta que ella había preparado para Julio anoticiándolo de un retraso y sus sospechas de estar embarazada.

Cristina fue secuestrada y llevada Coordinación Federal y luego al centro clandestino de detención Automotores Orletti. Allí fue torturada junto con sus compañeras. Sus captores la trasladaron luego a Protobanco y estuvo allí hasta diciembre de 1976.

Sus compañeras de cautiverio contaron que durante su secuestro ella se identificó ante los represores con la determinación de dejar clara cuál era su condición y su voluntad de tener a su hijo: “Soy Cristina Navajas, militante del PRT y estoy embarazada”.

Más tarde fue llevada al Pozo de Banfield. Mientras tanto, su madre, Nélida comenzó su incansable búsqueda. Llegó hasta Italia, donde estaba Julio e inició con él una serie de denuncias sobre lo que ocurría en la Argentina.

Julio había querido volver al país cuando se enteró de que Cristina había sido secuestrada pero, según contó, las autoridades del partido se lo impidieron. “Otro Santucho más no vamos a perder”, le dijeron. Por esos días, su familia ya había sido diezmada por la represión de Estado.

«Entre detenidos, asesinados y exiliados, los Santucho suman casi una veintena: diez de ellos aún desaparecidos y un niño o niña aún buscado», remarcó la funcionaria nacional.

Cristina Navajas junto a Julio Santucho. Militaban en el PRT-ERP.

Los Santucho eran una familia tradicional de Santiago del Estero, con un clima de mucha participación y discusión política entre los diez hermanos: los debates ideológicos se superaron cuando Mario Roberto, el séptimo hijo varón, puso de acuerdo a la mayoría de los hermanos.

Julio Santucho, el padre del nieto 133, es actualmente presidente del Instituto Multimedia Derechos Humanos en América Latina y Caribe, que realiza el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos.

 

 

*NA