19 junio, 2021
El gobierno busca que se reinician las clases presenciales en todas las escuelas de Chubut y por cuarta vez pega el grito sagrado. Sin embargo cada vez que convocó, los docentes decidieron que no. Sobre todo si no se salda la deuda salarial.
Para colmo el oficialismo empezó a hacer despliegue de obras y aportes no reintegrable cuando aún le debe a sus empleados y pretende pagar en cinco cuotas, advierten desde la oposición.
Este viernes nuevamente lanzaron una resolución desde las carteras de Gobierno y de Salud que dispone la vuelta de las clases presenciales en establecimientos públicos y privados de todos los niveles con carácter obligatorio.
La resolución es la N° 221 y restablece el «dictado de clases con presencialidad en todos los establecimientos educativos públicos y privados de todos los niveles y modalidades en todos los departamentos que conforman el territorio provincial, respetando el distanciamiento físico y las medidas sanitarias de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias. La vigencia será desde este martes 22 de junio».
El instrumento conjunto entre los Ministerios de Gobierno y Justicia y de Salud lleva la firma de los titulares de esas carteras, José María Grazzini y Fabián Puratich.
La envalentonada se da a las puertas de las vacaciones de invierno, por lo cual muchos cuestionan ya el sentido de la oportunidad. Mientras que otros ven en el anuncio otra ‘agachada’ cordobesa, ya que por un lado desde las formas el gobierno queda bien y cumple con lo que debe, pero por otro por cuestiones de fuerza mayor y receso invernal, no se notará que en realidad no se reinicia nada.
Para gran parte de la comunidad educativa la política busca ganar tiempo y seguir transitando este año electoral lo más activos posibles, en tanto regularizan el flujo de caja y estiran una nueva negociación con los gremios a las puertas de la cita a las urnas.
A la par, la catástrofe educativa provincial con casi tres años sin regularización de clases, contenidos y conocimientos de las generaciones que vienen, parece casi un ensayo de laboratorio de como empobrecer y domesticar el futuro, reflexionan los más pesimistas.