9 agosto, 2020
“La sustentabilidad es la vialidad de un país en crecimiento. Para revertir rápido la fuerte caída económica se necesita un plan económico integral. El tiempo que tendremos hasta que esta deuda tenga que empezar a honrarse debemos aprovecharlo para tener niveles de crecimiento importantes. Si no, esta reestructuración no habrá servido de mucho”, advierte Javier Madanes Quintanilla por estos días desde los micrófonos nacionales.
El Presidente de Aluar algo sabe, tras casi medio siglo de producción. Hace pocas semanas, volvió a afirmar que la fábrica de aluminio de Puerto Madryn, que este fin de semana cumplió 46 años desde su puesta en marcha en el Golfo Nuevo, está trabajando a un 50 por ciento de su capacidad y con la mirada puesta en la post-pandemia.
La devaluación del peso frente al dólar, la caída de las ventas internas y la disminución internacional del precio del acero provocaron un fuerte impacto en los resultados financieros de Aluar durante el primer trimestre del año. La empresa que exporta el 70% de su producción a mercados de Estados Unidos, Brasil, Japón y Alemania fundamentalmente, acumuló una pérdida por $1.688 millones entre enero y marzo pasados, importe que incluye resultados financieros negativos por $5.153 millones originados por el impacto de la devaluación del peso sobre la posición pasiva en moneda extranjera de la compañía durante ese período, y a la a vez una ganancia operativa de $3.210 millones.
Pese a que son datos que no se andan lamentando en la comunidad, la propia empresa lo explicó formalmente a través de un comunicado enviado a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, detallando el resultado de sus operaciones acumuladas en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo período del 2019, reportando una caída de $9.086 millones, medidos en valores constantes.
En ese documento que se puede considerar el más importante de lo que va de 2020, la productora de aluminio atribuye la caída en sus resultados a varios factores entre los que se encuentra una variación negativa de $6.620 millones registrada en el rubro Resultados Financieros, por la pérdida ocasionada por el impacto de la devaluación frente al dólar aplicable a la posición pasiva neta en dicha moneda extranjera. Pero también, por una caída del resultado operativo de $4.927 millones generado fundamentalmente por menores ingresos, ya que los precios de venta durante ese trimestre fueron inferiores a los de igual lapso del año pasado.
En este caso, el grupo se vio perjudicado por la significativa disminución del precio internacional del acero que en parte fue compensado por los mayores despachos de aluminio.
En el informe, Aluar destaca además que sufrió mayores costos de distribución debido a la implantación de derechos y a la eliminación de los reembolsos a las exportaciones.
Menciona también un menor cargo por el impuesto a las Ganancias de $2.461 millones como consecuencia de los resultados negativos generados en el período.
Si bien, las cifras corresponden al trimestre anterior a la llegada del coronavirus al país, el panorama futuro tampoco es alentador si se tiene en cuenta que, debido a las medidas adoptadas para combatir esta pandemia la planta productora de aluminio primario de Puerto Madryn, Chubut, opera al 50% de su capacidad.
La disminución tiene que ver con la obligación del grupo de priorizar el cuidado del personal y a minimizar todo lo posible la actividad y la dotación y desde la empresa se aclara que, por las características del proceso productivo del aluminio primario, la puesta en marcha de los equipos detenidos no puede ser inmediata.
La reducción de su producción fue acordada por la empresa y los gremios de la UOM y la Uocra para que la planta funcione a la mitad de su capacidad y con el 50% del personal en turnos rotativos por quincena. En estos casos, los empleados cobran el 70% del total del suelo y trabajan la mitad del mes. En los casos de los trabajadores que están licenciados por ser mayor a los 60 años y aquellos con patologías preexistentes de riesgo, perciben el 100% del sueldo.
«Si bien en el primer trimestre del año el precio internacional del aluminio se mantuvo en promedio en torno a los u$s1.700 por tonelada, los impactos de la pandemia sobre la oferta y demanda del metal han hecho que en la actualidad la cotización haya descendido por debajo de los u$s1.500 por tonelada, estimándose una lenta recuperación acorde con la vuelta a la normalidad de la economía mundial», agrega el informe de Aluar.
Por su parte, el precio de la alúmina, principal materia prima usada por la empresa, viene manteniendo su proporción respecto del valor del metal. De hecho, los graves acontecimientos provocados por la pandemia en la economía global han venido a agravar el contexto de incertidumbre en que se encontraba la economía local, por lo cual es previsible que resulten afectados los resultados del ejercicio en curso.
Por estos motivos, desde el holding se anticipó que «como consecuencia de la situación descripta, es previsible una reducción en las ventas para el corriente año, tanto en sus despachos al mercado local como al exterior».
Por su parte, Aluar colocó hace pocos días nuevas obligaciones negociables (ON) por US$60 millones, denominadas en dólares pero integradas y pagaderas en pesos, según confirmó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y a la Bolsa de Comercio porteña. La empresa usará los fondos netos obtenidos para financiar el giro comercial y para pagar deuda de corto plazo.
El presidente de Aluar, indicó que la empresa está «haciendo un cambio de composición de la estructura de la deuda, no un incremento, aprovechando una modalidad de endeudamiento de mediano plazo con el mercado local que hoy es más favorable».
«De esta manera, podemos dejar a la compañía en una mejor posición de competitividad en el mercado internacional para afrontar mayores necesidades financieras que puedan surgir en el futuro de la mano del restablecimiento de la producción y consecuente recomposición de capital de trabajo», afirmó Madanes Quintanilla, en un comunicado.
*IP, NA, Lexlatiin, El Economista