24 mayo, 2023
Impulsores de la Revolución de Mayo y la mayoría de ellos miembros de la Primera Junta de Gobierno, son los próceres de 1810. Los protagonistas indiscutidos de cada 25 de mayo, cuando se conmemora aquella histórica jornada que marcó primer paso hacia la Independencia y posterior nacimiento de la República Argentina.
Cornelio Saavedra, Juan José Castelli, el General Manuel Belgrano, Miguel De Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu, Juan Larrea, Juan José Paso, Mariano Moreno. Y también Domingo French y Antonio Beruti.
Pero, ¿qué rol tenía cada uno y a qué grupo social representaba? Aquí, los protagonistas de la Revolución de Mayo.
A las nueve de la mañana del 25 de mayo de 1810, en el Cabildo de Buenos Aires se desarrollaba una reunión que definiría el destino del país.
El proceso había comenzado una semana antes, el 18. Ese día, ante la confirmación oficial de la disolución del Consejo de Regencia de España e Indias (la Junta Central de Sevilla), el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, autoridad española en el Virreinato del Río de la Plata, publicó un mandato pidiendo a la población lealtad al destituido rey de España, Fernando VII.
Tras largas jornadas de deliberaciones y luego de decidirse la conformación de una junta de gobierno con Cisneros como presidente – contra la voluntad expresada por el pueblo en el Cabildo Abierto del día 22- una multitud de vecinos comenzó a reunirse en la Plaza de la Victoria (actual Plaza de Mayo) con una consigna clara: derrocar al virrey y formar un gobierno local.
El 25 de mayo, las milicias populares fueron impulsadas por Domingo French y Juan Manuel Beruti, señalados junto a su grupo como “los chisperos” o “los agitadores”, quienes irrumpieron en el Cabildo pidiendo explicaciones al grito de “el Pueblo quiere saber de qué se trata”. Y fue ese día que los miembros del Cabildo reconocieron la autoridad de la Junta revolucionaria conformándose el primer gobierno patrio.
Lo cierto es que si bien se vibraba en el Cabildo la independencia del reino de España, los relatos históricos aseguran que los integrantes estaban divididos en 3 grupos bien diferenciados: Por un lado, Cornelio Saavedra y Miguel De Azcuénaga que eran militares y los más “cercanos” al gobierno español. Para la Primera Junta se definió que Saavedra sería el presidente y De Azcuénaga, vocal.
El segundo grupo estaba conformado por los carlotitas: Manuel Belgrano, Juan José Castelli y Juan José Paso. Los dos primeros quedaron como vocales y el último como secretario. Todos ellos eran abogados, por lo que representaban al segmento más preparado intelectualmente de la sociedad criolla. El proyecto original de este partido había sido que el Virreinato fuera gobernado por una regencia de Carlota Joaquina, hermana del rey Fernando VII y reina de Portugal y Brasil.
Y en el tercer grupo se encontraban los juntistas, que promovían la formación de juntas de gobierno locales. Eran Mariano Moreno, Domingo Matheu y Juan Larrea. Moreno quedó entre los secretarios y Matheu y Larrea, como vocales. Estos dos últimos eran comerciantes, es decir que representaban al sector de menor poder dentro de la sociedad, en comparación con los abogados y militares.
La Iglesia Católica también estaba presente a través del rol del sacerdote Manuel Alberti, también como vocal.
Los protagonistas de la Revolución de Mayo. French y Beruti participaron en 1810 y en años posteriores. Pero no repartieron cintas celestes y blancas el 25 de mayo de 1810.
A French y Beruti también se les atribuye la creación de lo que luego seria la Escarapela, por pedido de Manuel Belgrano. Algo que hoy se sabe que no es cierto. Cuentan los manuales escolares que eran ellos (French y Beruti) los que en la entrada al Cabildo repartían cintas celestes y cintas blancas. Algunas versiones incluso indican que el objetivo era identificar a los revolucionarios de los españolistas para permitir solo el ingreso de los revolucionarios al Cabildo.
Distinta es la opinión del historiador Daniel Balmaceda, quien aseguró en varias entrevistas que las cintas celestes y blancas no existieron en 1810. «Fueron repartidas por Beruti un año más tarde, en abril de 1811, en nombre de la Sociedad Patriótica, la asociación política que apoyaba a Mariano Moreno. De hecho, el propio Cornelio Saavedra, del bando contrario, se preguntaba en esa asonada: ´¿qué son esas cintas celestes y blancas?’”, asegura Balmaceda.
En cualquier caso, el 18 de febrero de 1812, el Primer Triunvirato aceptó un pedido del General Manuel Belgrano realizado el 13 de febrero de ese mismo año, para que se institucionalizara la creación de la Escarapela argentina, que comenzó a ser usada por sus soldados en la defensa del norte argentino. Una insignia celeste y blanca, tal como lo ordenó el Primer Triunvirato, y que iría popularizándose a lo largo de las décadas en los argentinos.
Desde el año 1941, el Día de la Escarapela Argentina se celebra todos los 18 de mayo en instituciones de nuestro país, y es de enseñanza y festejo obligatorio en la escuelas primarias de la educación nacional. También se la usa en el Día de la Bandera (20 de junio) y en el Día de la Independencia (9 de Julio).
